312 – 226 TRUMP (SI NO SE LAS ROBAN)- Por: Felipe A. Priast

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Bueno, llegó el dia cuchi-cuchi y seguramente ustedes quieren saber mi pronóstico para estas elecciones.
Lo lamento por la izquierda colombiana, que es en donde residen la mayoria de mis seguidores por acá, pero creo que va a ganar Trump, si no se roban las elecciones, lo cual es un “si no” grande pues está claro que los demócratas no quieren soltar el poder y van a hacer lo que sea por seguir, hasta robar.

Contrario a lo que ustedes piensan yo no soy “trumpista” ni nunca lo he sido. Mis contactos más viejos por acá saben esto.
Pero asuntos personales de gran envergadura, de esos que no olvidas jamás, me han empujado esta vez a votar en contra del partido demócrata. Yo incluso estoy registrado como “demócrata” desde la elección del 2016, cuando voté por Hillary Clinton, pero en estos 8 años ha pasado de todo en mi vida. Y cuando tú eres seguido por la CIA (presumiblemente) en una callecita angosta en Belgrado, a las 10 de la noche, o cuando te tiran una vieja para que recoja tu ADN después de tener sexo contigo- quién sabe con qué propósito- en un resort en la Riviera Turca, o cuando te siguen por toda Europa con drones de observación, porque lo que tú sabes los jode a ellos, tu visión de la vida cambia y también tus afiliaciones políticas.
Y estos cuentos son tan solo el principio de mi historia con las últimas 3 administraciones, pero sobre todo, con el aparato demócrata, o lo que bien se conoce acá como el “Deep State”.
El “Deep State” existe, yo lo conozco, y es más demócrata que republicano. De hecho, esa es la principal razón para irme con Trump esta vez: Trump, en realidad, no es parte del “Deep State”, y eso me tomó 6 años descubrirlo. Tuvieron los rusos que invadir Ucrania para que yo entendiera lo que estaba pasando y conectar todos los puntos. Me tomó tiempo, pero lo logré, y este voto mío para estas elecciones no es el producto de un berrinche “fascista”, es el resultado de 8 años de intrigas, amenazas, seguimientos, maniobras oscuras y juego sucio.
Para ustedes estas elecciones son “entretenimiento electoral”, pero para mí hay mucho más en juego. Yo de pronto mañana no estoy aquí, si gana Trump, porque sé mucho sobre algo que no debería saber. Hasta ahora me las he arreglado para sobrevivir, pero yo sospecho que si Trump gana, va a ajustar algunas cuentas, y esas cuentas también son mis cuentas. Aunque quién sabe, de pronto ambos, demócratas y republicanos, son cucuruchos del mismo calabazo. En cualquier caso, ya yo sé que los demócratas son “cucurucho malo” y aún no estoy seguro que los republicanos lo sean. Por eso también voté por Trump. Voté por la “duda”, porque del otro lado ya tengo la “certeza”.

Precisamente porque hay tanto en juego, una vez los demócratas temen que Trump descubra sus “secretos” y les eche el Departamento de Justicia tal cual se lo tiraron a él en esta administración (y eso lo confirmo yo, pues a mí el DOJ también me jodio por razones políticas, lo que demuestra que la justicia acá en los Estados Unidos está completamente politizada), es que yo creo que se pueden robar estas elecciones. Los demócratas tienen mucha mierda que tapar y tienen miedo de que una administración Trump destape todo y los exponga por lo que son, que es, un partido de mafiosos y criminales de miedo. Joe Biden es la rata más inmunda que ha dado la política americana, ese vergajo es Frank Costello, un mafioso irlandés de miedo.
Y su hijo Hunter es “white-trash”, una porquería de ser humano.

Y luego están las consideraciones internacionales. El mayor riesgo que existe en el mundo es una Tercera Guerra Mundial (y nuclear) derivada de la Guerra de Ucrania.
La administración Biden no quiere acabar esa guerra porque necesita del ruido que está genera para tapar otras mierdas que han pasado en Ucrania (y que yo sé), pero una potencial administración Trump podría terminar con este conflicto, desactivando ese riesgo de guerra nuclear y evidenciando toda la mierda de los Biden en Ucrania. Ese fue otro factor para que yo votara por Trump.
Y si bien es cierto que Kamala es más pro-palestina que pro-Israel, yo creo que Trump le va a hablar claro a Netanyahu y se va a mover en la dirección de un Estado Palestino, para bien del Medio Oriente.
Nada va a pasar con China, pues ese es el principal foco de la política exterior de Trump (antagonismo con China), pero si creo que puede haber progresos con Corea del Norte.
Con todo lo desagradable que es ese “gorila anaranjado”, tengo que admitir que su política exterior en la administración pasada fue correcta. Aunque ustedes no lo entiendan, el mundo necesita que vuelva Trump, es lo mejor para la paz del planeta.

Sobre cómo se van a desarrollar -o se deben desarrollar- estas elecciones, hoy, si no se las roban, pues yo diría que gana Trump 312 – 226, lo que quiere decir que en mi pronóstico Trump gana en todos los estados “pendulo” (swing states), aunque de pronto se le escapan Wisconsin y Michigan. En el peor de los casos, gana 287 – 241, pero creo que hoy no pierde.
Los estados péndulo son Michigan, Wisconsin, Pennsylvania, Georgia, Arizona, Nevada y Carolina del Norte, pero en realidad Trump ya tiene en el bolsillo Georgia, Arizona y Carolina del Norte. Y de pronto Nevada, en donde le está yendo muy bien en el voto tempranero. La cosa se resume a Wisconsin, Michigan y Pennsylvania. Si Kamala pierde uno solo de esos 3 estados, pierde, y en estos momentos está perdiendo en el más importante de los 3 en las encuestas: Pennsylvania, que tiene 19 votos electorales. Ya ahí Kamala empieza este día contra las cuerdas, pues “sin Pennsylvania no hay paraíso”.
Y en los otros dos estados, Wisconsin y Michigan, están súper empatados, aunque la historia le favorece a Trump, quien ya ganó esos estados en el 2016, los perdió por poquísimo en el 2020, y va muy bien en el voto tempranero esta vez. En resumen, las posibilidades de que a Kamala se le caiga uno de estos 3 estados son bien altas, súper altas, y ahí ya es “game over”.
Si ustedes ven esta noche que uno de esos estados ha sido ganado por Trump, ya pueden apagar la televisión, ya sabrán quién fue el ganador.
En cualquier caso, a Trump le está yendo muy bien en el voto tempranero y todo indica que va a ganar. Los indicadores así lo sugieren.
Pero como digo, si no se las roban, y las posibilidades de que se las roben son grandes.

La situación está tensa. Anoche hablé con una amiga que tiene una hermana viviendo en Washington, y está pelada me contó que en Washington le están poniendo protección de madera a muchos locales, como cuando pasan huracanes, porque anticipan un despelote, si Trump pierde (si lo roban). Si el robo es evidente, aquí va a haber un mierdero grande, eso sí seguro.

Yo no soy trumpista. Nunca lo he sido y nunca lo seré.
Pero la realidad -mi realidad, en todo caso- es que los que están en el otro bando son peores y más peligrosos.
No me gusta Trump, pero admito que fue un buen presidente, a pesar de sus defectos.
La vaina es que a mí tampoco me gusta Kamala y esa vieja es un desastre completo. Es la peor vicepresidente de la historia de este país, ¡qué vieja tan inocua e inepta!
Estas elecciones es como cuando uno tiene un jefe que es un cabrón, que no te gusta, pero que hace que la compañía marche y produzca, y un día al tipo lo promueven y se va y te llega un jefe “bacán” que no sirve para nada. Al principio eres feliz, pero tan pronto las ventas se caen y el negocio empieza a patinar, tú te das cuenta que era mejor el jefe cabrón que tenías antes y no este “bacán inepto” que no sirve pa’ ni mierda. Pues así están estas elecciones. Yo quiero que venga el “Presidente Cabrón” porque el presidente y la vicepresidenta “bacán” no sirvieron para ni mierda.

Vuelve Trump. No es lo ideal, no es lo que desearía, pero es lo que hay…


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