Con otro galardón a cuestas, que es el de Distrito Turístico, Histórico y Cultural de Colombia (Ley 1875 de 2017), adicional a los que trae de Ciudad Monumento Nacional (1959) y Patrimonio Histórico de la Humanidad (UNESCO, 1995), Mompós ingresa a la década de los años veinte del siglo XXI como la segunda ciudad del departamento de Bolívar, desplazando otras como Magangué y el Carmen de Bolívar de mayor población y quizás con mayor movimiento comercial. Junto con otros centros urbanos de Bolívar, como Santa Rosa del Sur y San Pablo, Mompós es una ciudad emergente.
Lo hace dotada de una completa conectividad vial terrestre y aérea que le concede el hecho de contar con tres puentes sobre el rio Magdalena (Botón de Leiva, Talaigua-Santana y Yatí-Bodega), que la conecta a pocas horas con las dos troncales viales más importantes del país (Ruta del Sol y Troncal de Occidente) y el mejorado aeropuerto San Bernardo, habilitado para el aterrizaje de aviones de mayor cobertura para la llegada de turistas nacionales e internacionales. Estas ventajas competitivas convierten a Mompós en el principal eje geoepicéntrico del territorio interior de la región Caribe colombiana.
De esta reconfiguración de la jerarquía urbana departamental y regional, que corre por cuenta del reordenamiento vial del territorio, vienen tomando atenta nota los agentes del mercado. Prueba de ello, es que en menos de un año, se han instalado en Mompós importantes almacenes de cadenas nacionales, como las Supertiendas Olímpica y Tierra Santa, y el anuncio de la llegada de otros inversionistas como las tiendas ARA, entre otros, sin mencionar la multiplicación exponencial de hoteles y restaurantes y otros establecimientos del sector turístico.
El 1º de enero del 2020 se inicia el segundo decenio del presente siglo y con éste un nuevo cuatrienio de gobierno distrital, que estará encabezado por el dirigente gremial Guillermo Santos Anaya, del partido ASI.
La pregunta es: ¿a qué le apunta Mompós? La respuesta se encuentra en la propuesta de gobierno de Santos, que define dos tipos de estrategias de gestión: unas de impacto regional y otras de impacto distrital.
La principal meta de impacto regional es hacer realidad la revitalización del brazo de Mompós del rio Magdalena en sus componentes ambiental, económico, social y cultural. Para lograrla, tendrá como aliados a los gobiernos nacional y departamental y a CORMAGDALENA, entidad que viene realizando los estudios para el dragado del brazo. La tarea de Santos es lograr, con los demás alcaldes de la región, la financiación y ejecución de esas obras. Igualmente, lograr la reactivación de la economía campesina y agroempresarial de la isla de Mompós y su zona de influencia en el entendido que, si le va bien a la región, le irá bien a Mompós.
Una segunda meta regional, es lograr hacer realidad el relleno sanitario regional, que estaría ubicado en el municipio de Santana (Magdalena).
La tercera meta es conseguir la financiación y ejecución de un plan vial subregional para la construcción y/o mejoramiento de vías, como la del primer tramo de la Troncal del Sur (Botón de Leiva – Hatillo de Loba); las marginales del Chicagua (Cicuco – Pinillos) y Rio Grande (Mompós – La Lobata – El Zorro); la vía Astrea (Cesar) – San Sebastián de Buenavista (Magdalena) y Astrea – Guamal (Magdalena); la vía marginal oriental del brazo de Mompós (Guamal – San Sebastián- San Zenón- Santana- Pinto – Pijiño) y otras vías terciarias. Todas estas vías convergen en Mompós, lo que permitiría a la ciudad fortalecer su mercado interno.
Internamente, Santos le apunta a mejorar sustancialmente la infraestructura de servicios públicos de la ciudad (agua potable, alcantarillado, telefonía, TIC, etc.); la construcción de la segunda fase del malecón de la Albarrada; la reposición del pavimento y los andenes de la carrera segunda (Calle del Medio); la variante Manga de Peñoncito – La Monta; la Terminal de Transporte, el traslado del Mercado Público; una nueva sede para la Alcaldía Distrital y del Cuartel de la Policía Nacional; el mejoramiento de los centros y puestos de salud y de las instituciones educativas urbanas y rurales; más viviendas de interés social; la legalización de predios urbanos y rurales: el mejoramiento de la movilidad local y la recuperación de la economía distrital, entre otras.
La tarea no será fácil porque los recursos son escasos. Pero a Mompós le cambió su suerte y hoy es un territorio metido en la agenda nacional y departamental del desarrollo del país. Es la niña consentida de Colombia y con seguridad logrará algo más que estas metas de su anhelado desarrollo.
¡Que así sea! #AquéleapuntaMompos?