Para nadie es un secreto, y así lo han demostrado las autoridades colombianas, que muchos políticos del departamento de Sucre tuvieron, tienen y seguirán teniendo relaciones, de tipo comercial, familiar y política, con exmiembros de las Autodefensas. Unos detenidos, pagando sus delitos cometidos, otros huyendo de la justicias y los más solapados siguen usufructuando los dineros del Estado a través de tentáculos vinculados a la política.
Hoy, un centenar de estos políticos, entre los que se cuentan: senadores, representantes, gobernadores, diputados, alcaldes y concejales de la región Caribe se encuentra en la cárcel, precisamente por sus vínculos políticos con miembros de los grupos paramilitares.
En los últimos días las redes sociales han publicado dos videos, donde se observa al gobernador de Sucre visitando y hablando muy en confianza con el condenado por parapolítica, el exsenador Álvaro ‘El Gordo García’, y aunque el mandatario sucreño en principio negó todo tipo de vínculos con el ‘Gordo García’, el acoso de los valerosos periodistas de Sincelejo sobre sus vínculos con el parapolítico hizo que el cuestionado gobernador terminara reconociendo que sí se había reunido con el condenado e inhabilitado político, como un gesto humanitario con su amigo de infancia porque este atravesaba unas crisis en su estado de salud y para el momento se encontraba recluido en una clínica en la ciudad de Bogotá.
Precisamente hoy entiendo la preocupación que tienen los sucreños frente al manejo que el gobernador le vienen dando al programas de salud, donde solo se ha ejecutado el 16 % según lo denunciado por la senadora Ana María Castañeda. Frente al tema de la educación, también existen serios reparos sobre la inversión, según lo han denunciado varios líderes sociales y educadores del departamento.
Pero, lo más preocupante señor gobernador, y es donde alerto al conglomerado social del departamento de Sucre, para que sean vigilantes del proceso, está la licitación de una de las obras más importantes de la historia de Sucre, la vía San Marcos – Las Tablitas, por valor de $149 mil 900 millones, y presumo que la negociación de este contrato se pactó en la Fundación Santa Fe de Bogotá entre usted y el parapolítico Álvaro ‘El Gordo García’.
También, debe preocupar a los sucreños el alto costo de la interventoria, con la que muchos sincelejanos afirman que usted, señor gobernador, estaría cancelando la deuda adquirida con “El Gordo García” por la financiación de su campaña a la Gobernación, que irónicamente tuvo el eslogan ‘Sucre libre de Corrupción”.
Frente a todos estos supuestos actos de corrupción vale que usted señor gobernador de Sucre, como dijo el ‘Cacique de la Junta’, “no lo nombro para no darle importancia”, debe explicar los motivos de por qué La Procuraduría solicito la suspensión del proceso licitatorio.
Señor gobernador, lo curioso de la licitación es que se presentaron 19 oferentes dentro de los cuales se encontraban las firmas más grandes e importantes del país, muchas con ofertas intachables y perfectas, de las cuales eliminaron a 17, muchas de forma irregular e ilegal y quedaron habilitados solo dos proponentes, al parecer amigos suyo y de ‘El Gordo García’.
Creo que con estos daticos usted debe aumentar el consumo de pastillas para la memoria, y pídale a Dios que doña Enilce López Romero, como cariñosamente le dicen ustedes, ‘La Gata’, en un caso que sea admitida por la JEP, no se le ocurra entregar los documentos que demostrarían las alianzas de políticos de Sucre con los paramilitares, porque entonces también se acabaría el lomotil en Sincelejo.
