A ritmo de jazz, gobernador Dumek mostró su liderazgo regional con el presidente Duque. Por: Lucio Torres

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Cuando el presidente Iván Duque Márquez se dió el paseito por la albarrada de Mompox, en el marco de la cumbre nacional de gobernadores y del Festival de Jazz, el mandatario de Bolívar, Dumek Turbay Paz, reafirmó su liderazgo regional con proyección nacional, confirmando lo que se intuye en los mentideros políticos. Este liderazgo podría llevar a Dumek a ser un candidato seguro para ministro o senador de la República, una vez termine su periodo. Pero para que esto suceda, el mandatario bolivarense debe luchar por su autonomía política—administrativa, ya que los barones políticos y financistas electorales de nuestro departamento son voraces en su apetencia burocrática y contractual.

Si Dumek se decide, podría ser indiscutiblemente el próximo líder con mayor capital político de la región Caribe, ya que a nivel nacional se presentará una transformación de las estructuras de los partidos políticos y, por ende, de los liderazgos nacionales y regionales. Viviremos un período de transición donde el poder político local y regional tenderá a ser menos seguro para los políticos tradicionales acostumbrados a vivir del clientelismo y la compra—venta electoral. El caso de la electa senadora Aída Merlano, simplemente es una alerta de que el país no puede seguir soportando los mecanismos tramposos del sistema electoral colombiano. El ciudadano debe saber que si cambia su voto por dádiva o dinero no solo es un delito sino que también es un perjuicio directo para su calidad de vida. Es decir, es un mal negocio. (Leer: ¿El Imperio del Fraude Electoral? Char, Vargas, La Gata. El caso Aída Merlano).  En este artículo publicado el 25 de marzo de 2018, dije:

«La caída de la bella y astuta Aida Merlano Rebolledo en los brazos del CTI acusada de fraude electoral, los medios de comunicación del país y, en especial los de Barranquilla, la han enfocado como si fuera una operación aislada de la senadora electa, pero la realidad es otra. Su elección fraudulenta es simplemente un botón de muestra de un fraude descomunal que se orquestó en una reunión de alto turmequé celebrada en la casa de Fuad Char, patriarca de la familia, y en la cual estuvo presente el hoy candidato a la Presidencia de la República, Germán Vargas Lleras, y un emisario de los gatos: William Montes».

Esa refinada maquinaria para el dolo electoral no es de uso exclusivo de la senadora Aída Merlano, ya que fue heredada de su casa matriz, los Gerleín Echeverría, que por muchos años fue liderada por Roberto Gerleín, quien entró en contradicción con su hermano, Julio Gerleín y aceptó que todos los políticos usan la misma maquinaria aceitada con incentivos y dinero. Pero también es el mismo formato que se usa en cada departamento de la región Caribe y los barones electorales tradicionales del país. Incluso, ese formato lo usan para elegir desde ediles hasta senadores. Pero esto va a cambiar.

Dumek debe gobernar en el último tramo de su mandato con autonomía. Sus aliados fueron reelegidos. Sus financistas atendidos. Todos están despachados. En realidad, desde abril de este año comenzó a sentirse el sello Dumek. Ya no acepta exigencias de sus aliados ni de sus financistas. Y esto, por supuesto crea malestar entre sus antiguos aliados. Son aliados desbocados, depredadores del presupuesto público. Entre más se le da, más exigen. Les importa un comino si los dineros públicos son invertidos debidamente o no.  Pero a Dumek sí le importa. Él sabe que si le da un contrato a fulano de tal para satisfacer sus apetencias y no las necesidades de la comunidad, quien quedaría mal para la posteridad no será fulano de tal sino el mismo Dumek. ¿Acaso su futuro no está retratado con el caso de su antecesor Juan Carlos Gossaín? Fue el gobernador que hizo posible rescatar a la gobernación de Bolívar inmersa en un archipiélago de intereses donde financistas y políticos mandaban en cada secretaría como si fuera su finca, pero cedió a la voracidad de sus aliados al aceptar negocios políticos que, a las claras, perjudicó el interés público. Ejemplo, el negocio de enfermedades de alto costo como la hemofilia, que la Secretaría de Salud debió asumir por valor de $92 mil millones.

Los que conocen a Dumek Turbay Paz saben que goza de un carácter propio. Tiene autonomía. Y también su ego. Pero el ego de sus aliados es inmenso como sus aspiraciones burocráticas y contractuales. Y todo tiene un límite. Tal vez ese liderazgo ha marcado una diferencia con algunos de sus aliados políticos que le ayudaron a derrotar a la hoy alcaldesa encargada de Cartagena, Yolanda Wong. Incluso Lidio García, su propio primo hermano ha expresado en privado cierto grado de malestar.¿Por qué Lidio está molesto con su primo si pasó de un modesto senador —conocido por ser un buen intérprete de «la arranca teta» y esposo de Rosario Romero— a ser el principal barón electoral del partido Liberal a nivel nacional con 117 mil votos y el más votado de Bolívar con 85 mil? Lidio García Turbay obtuvo hace 4 años 55 mil votos y era la votación número 30 de su partido. O Daira Galvis, quien, sin el apoyo de su fiel aliada María del Socorro Bustamente (QEPD), obtuvo  73.687 votos, 42.429 en Bolívar. Si uno mira fríamente las cifras electorales de los aliados de Turbay, fue un gran negocio para los políticos dicha alianza, porque le multiplicó su caudal electoral. ¿Quieren más?

Ningún aliado con apetito burocrático voraz acepta que se encuentra satisfecho, aunque las evidencias indiquen que fue atendido. ¿Puedes satisfacer a plenitud las exigencias de Alfonso Hilsaca, Enilse López y los demás financistas? Es posible que sí, ya que es solo una transacción comercial que tiene un techo máximo. Pero satisfacer los deseos de nuestros políticos regionales es casi imposible, ya que entre más tienen, más quieren. Y ahora a muchos de estos políticos se les escucha decir —entre dientes— que Turbay Paz se quiere quedar con todo todo.

La independencia de Dumek

Para ser independiente se necesita ser consciente de lo que se tiene, de lo que es uno mismo. Es decir, se necesita carácter propio. Y Dumek lo tiene. Ya sus aliados están despachados. Ahora necesitamos apoyar al gobernador Turbay Paz para que cumpla con su programa de gobierno y el plan de desarrollo Bolívar Sí Avanza. Recordemos que el voto para la elección de un mandatario es programático. Su libertad es fundamental para cumplir con ese mandato y no el de sus aliados. Las fuerzas de opinión de Bolívar deberán discernir —para este último año que le queda de gobierno— entre un Dumek secuestrado por sus aliados y financistas o un Dumek libre para tomar decisiones esenciales que mejoren la calidad de vida de los bolivarenses.

Pero la batalla más importante que deberá librar Dumek Turbay Paz es la declaración de independencia frente a sus aliados y políticos. Para esto deberá estrechar su relación directa con sus gobernados. Deberá atender sus clamores en salud, donde el sistema está a punto de colapsar por la crisis financiera de la red hospitalaria;  mejorar la calidad de vida de los bolivarenses, donde existe una alta tasa de mortalidad por enfermedades asociadas a la pobreza; debe afianzar la construcción y fortalecimientos de los valores culturales, y estimular el emprendimiento económico en los centros urbanos. Pero también velar que los dineros invertidos en planes y programas cumplan con su cometido y no se los embolsillen sus aliados.

Los posibles sucesores de Dumek, ¿a ritmo de jazz?

Bolívar Ganador, de Gossaín, murió y dio nacimiento a Bolívar Sí Avanza, de Turbay. Se avanzó mucho en la organización política-administrativa y en obras de infraestructura. Dentro de un año morirá Bolívar Sí Avanza, ¿y qué vendrá? No lo sabemos. Pero lo que sí sabemos es lo que quieren los bolivarenses. Quieren un sucesor más independiente y menos atado a sus aliados políticos y financieros. Quieren un gobierno que avance en el aspecto de la calidad de vida del bolivarense. Quieren un gobernante que trascienda más allá de «¿cómo voy allí?» a la pregunta «¿eso sí le sirve al pueblo?»

Vimos en el segundo día de VII Festival de Jazz de Mompox a Vicente Blel hijo, exconcejal de Cambio Radical de Cartagena, pero no hablé con él, lo vi inaccesible. Estaba en el fondo del auditorio donde se coloca el pueblo raso de Mompox por fuera de la zona VIP, puesto que no quise entrar por reacción a que no me le dieron manecilla a mi nieta Lucía. Vi a Carlos Feliz, exsecretario del interior de Dumek Turbay. Feliz, de la U y aliado de Juancho García, me confirmó que su renuncia se debió a que tiene la intención de suceder a Dumek. No vi a Luis Daniel Vargas, quien después de 16 años de tener una muerte política decretada por la Procuraduría, quiere revivir con una candidatura a la gobernación.

Con quien conversé en el último día del festival fue con Hernando Picho Padauí Álvarez. No tengo ninguna afinidad política con Padauí, pero hasta ahora es el pretendiente más fuerte que tiene la gobernación de Bolívar, incluso más fuerte que Vicente Blel hijo, quien de entrada tiene el apoyo de su hermana la senadora Nadia Blel.

Picho Padauí entró en los 50 —como el padre Linero— y tiene una crisis existencial. Le da miedo no la soledad sino a seguir haciendo el mandado, la gestión, la tarea por delegación popular para que las palmas se las lleven otro.  Ahora quiere hacerla directamente como mandatario del departamento. Quiere suceder a Bolívar Sí Avanza con Bolívar Ganando con Nando.

¿Con Picho Padauí seguirá ganando Bolívar? No lo sé, pero lo que si sé es que Padauí, una vez renuncie en octubre, será imparable y lo podríamos ver un año más tarde como el sucesor de Dumek Turbay Paz. ¿Por qué? Su historia política indica que es un ganador.Sufrió una derrota de Los gatos cuando éstos ganaron la alcaldía de Magangué que lo llevó a asilarse en los Estados Unidos donde sobrevivió sirviendo en valet parking o de mesero. Padauí se fue corriendo porque lo amenazaron de muerte. Y luego de estos episodios, lo vimos elegirse como representante a la Cámara. Y hoy es el barón electoral de Bolívar más poderoso junto con Lidio García. Es decir, que está pasando por su mejor momento político. En la crisis de los 50, Nando quiere seguir con Bolívar Ganando y si tiene los cojones de renunciar a su curul de Representante a la Cámara para lanzarse a algo incierto, ya tiene la mitad del camino recorrido para llegar al salón amarillo. (¿Será que la sede del gobernador regresará al sitio de donde nunca debió salir, puesto que el actual edificio en Turbaco se cae a pedazos y no cuenta con un sistema de alcantarillado adecuado?).

Regresemos con Dumek. La visita que hizo el presidente Duque al Festival de Jazz, en el marco de la cumbre nacional de gobernadores, no solo fue una cortesía presidencial a los momposinos sino que ha sido interpretada como un espaldarazo a un gobernador que está brillando con luz propia en el concierto político nacional. Dumek construyó un liderazgo en la Federación Nacional de Departamentos presidida por el gobernador de Huila, Carlos Julio González Villa. También lo ha hecho en la Región Caribe junto con Eduardo Verano de la Rosa.

Como en el arte musical del jazz, Turbay Paz tiene su swing, su ritmo, donde cada instrumento tiene su propulsión rítmica de menos a más, sin aplastar el swing del otro. Dumek está tocando su instrumento. Y lo toca bien. Tiene ritmo, textura musical y un sello propio. Como dice el famoso manager artístico, Jairo Martínez, indiscutiblemente sabe mandar. Así como recordamos de que el festival de jazz de Mompox fue una creación de Juan Carlos Gossaín (gobernador 2012—2015), de la misma manera recordaremos que Dumek se desprendió de sus incómodos aliados para gobernar su último tramo con independencia y autonomía. ¿Lo podrá hacer? Indiscutiblemente que sí.

 


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