Cuando de voto de opinión se trata, algunas personas toman como punto de referencia a Bogotá, dicen que allá el voto es más libre, que el elector no es manipulable, pero nada dicen de Montería.
Aquí en los últimos años los votos de opinión han definido las alcaldías, hemos escogido a los mandatarios por fuera de las maquinarias tradicionales a pesar del poder económico y político que poseen, veamos: Cuando elegimos a Juan González Petro derrotamos a un gran varón electoral como lo era Jesús María López Gómez, “El Mono López” como cariñosamente le decían, provenía del seno de Mayorías liberales, los que mandaban la parada en este departamento para ese momento, con poder en todas las esferas del Estado, manejaban todas las “ias”.
Luego con el Cura León, vencimos a Juan González Petro, quien se preocupó por formalizar su propia maquinaria, también vencimos a la Casa Jattin y otra vez a Mayorías Liberales; cuando el padre León se inscribió no era el opcionado para ganar la Alcaldía, quienes lo acompañamos aprovechamos la buena imagen que tenía el Cura Hoyos, en esa época Alcalde de Barranquilla.
Llegábamos a barrios como: Cantaclaro, Pastrana Borrero, La Candelaria, Robinson Pitalúa y otros por el estilo, con megáfono en mano le decíamos a la gente: “Miren así como el Cura Hoyos en Barranquilla, ha llevado obras a barrios como este, tengan la plena seguridad que en Montería el Cura León hará lo mismo, voten con él para que a ustedes también les llegue el desarrollo” El mensaje fue calando entre los monterianos, poco a poco la bola de nieve fue creciendo, hasta obtener la victoria.
Igual ocurrió con Lucho Jiménez, se hizo un buen trabajo, no tenía opción de llegar; aunque ganó las elecciones en su primer intento, fue víctima de un fraude y el Alcalde fue otro. En las siguientes elecciones triunfó, ya como Alcalde, empleo la misma fórmula que utilizaron contra él cuando perdió las elecciones, el Alcalde electo no fue el que gobernó, sino el que quedó segundo; Domingo Ortega, se acostó como ganador el día de las elecciones cansado de la celebración de su elección como Alcalde, se fue la luz mientras dormía y cuando despertó al día siguiente, el mandatario electo era otro.
En el año 2007 otro desconocido ganó las elecciones: Marcos Daniel Pineda García, sus consignas eran: No más al continuismo; No más a la politiquería; No más a la corrupción y a Voto Limpio ese joven monteriano, desconocido totalmente en su ciudad, se impuso en las elecciones, derrotando a la maquinaria política y económica que mandaba en Montería.
El pasado 27 de octubre del presente año, a “Voto Limpio” otro monteriano: Carlos Alberto Ordosgoitia Sanín, venció el continuismo la corrupción y la politiquería; la Humildad derrotó: La arrogancia, la Prepotencia y al Despotismo; al candidato perdedor le cobraron una factura que no debía y le tocó pagarla con creces.
¿Será que Carlos Ordosgoitia utilizó los mismos postulados que aplicó Marcos Daniel en su primera campaña? “No más al continuismo” “No más a la politiquería” “No más a la corrupción” porque Ordosgoitia a “Voto Limpio” ganó la Alcaldía de Montería.
En la calle la gente preguntaba: ¿Y quién es el Hombre? Otros respondían: Ordosgoitia; Dame su nombre: Ordosgoitia; Repíteme el nombre: Ordosgoitia ¿Cómo se llama? Ordosgoitia; ¿El próximo Alcalde? Ordosgoitia; no se equivocaron, a partir del próximo 1 de enero de 2020 el Alcalde de Montería será: Carlos Alberto Ordosgoitia Sanín, elegido de manera contundente y a “Voto limpio” ganó las elecciones después de un arduo trabajo.