El agua dispuesta para el consumo humano en Santa Marta fue calificada por el Instituto Nacional de Salud como totalmente apta, luego de realizar un estudio de medición, basado en el Índice de Riesgo en la Calidad del Agua Potable (Irca), cuyo resultado arrojó que el líquido vital en la capital magdalenense tiene un 0% de riesgo, es decir, no representa ningún peligro para la salud.
El hecho denota un importante avance en la prestación de los servicios de agua potable y acueducto en esta ciudad, debido a que es la primera vez que se registra dicho índice desde que la empresa Veolia asumió los controles del sistema.
De acuerdo al Instituto Nacional de Salud “el agua es apta para el consumo entre los porcentajes del 0 al 5; dicho nivel sigue siendo bajo del 5.1% a 14%; pasa a ser de mediano riesgo de 14.1% a 35%; seguidamente, el riesgo empieza a ser alto de 35.1% a 80%; mientras que el riesgo es inminentemente sanitario del 80.1% hasta 100%”.
La medición del Irca comenzó a implementarse a partir de la resolución 2115 de 2007 del entonces Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial para medir la calidad del agua que producen las plantas de tratamiento en todo el país.
Por otra parte, la problemática del agua es uno de los principales retos que se propuso superar el modelo de gobierno implementado en Santa Marta desde el 2012 con la administración del exalcalde Carlos Caicedo y que a partir de 2015 continúa bajo el mando del alcalde Rafael Martínez.
Para tal objetivo y en procura del bienestar de los samarios, Caicedo emprendió -durante y después de su periodo- una lucha frontal contra la empresa Metroagua, encargada anteriormente -por medio de concesión- del acueducto y alcantarillado de la ciudad.
Lo argumentado por el otrora gobernante es que “los servicios se prestaron de forma muy deficiente por casi 27 años”. Por lo que el exburgomaestre emprendió una acción popular con el respaldo de 230 mil personas y la movilización de más de 25 mil usuarios, en aras de impulsar la salida de Metroagua y la devolución de las redes de acueducto y alcantarillado al Distrito, lo que finalmente logró en 2017.
En el marco del periodo de Martínez, la Alcaldía pudo hacerse con el sistema y prestar el servicio a través de la nueva empresa, Veolia; y bajo la coordinación de la Empresa de Servicio Públicos del Distrito de Santa Marta (Essmar), la cual asumirá las operaciones en su totalidad a partir de los próximos meses.
Otra de las importantes propuestas que presentó la actual administración consistió en captar agua desde los ríos Toribio y Córdoba, que también abastecen con el preciado líquido al vecino municipio de Ciénaga, conocido como la segunda ciudad del Magdalena. Sin embargo, este proyecto de corto plazo fue congelado por el Ministerio de Vivienda.
Al respecto, Minvivienda explicó en su momento: “No hemos sepultado en seguir trabajando en estructurar un acueducto de largo plazo, que sea regional, que permita emplear nuevas fuentes de captación y que ojalá no solo ayudar a solucionar la problemática de Santa Marta, sino también de los municipios de Ciénaga, Puebloviejo, Zona Bananera y Aracataca”.
Por lo pronto, la solución inmediata que acordó el Gobierno nacional con el de Rafael Martínez fue hacer, desde este mismo año, una serie de intervenciones que aseguren cerca de 850 litros de agua por segundo para Santa Marta.