Hoy es el día 24, desde que decretara el Gobierno Nacional, la medida de aislamiento preventivo obligatorio, con motivo de la Pandemia por el Covid 19, que se afronta a nivel mundial, desde que se tomara la medida el pasado 24 de marzo de la presente anualidad, los colombiano hemos estado confinados en nuestro hogares, evitando que la trasmisión del virus desborde en una catástrofe en el sistema de salud colombiano; como ha ocurrido en Europa y otros Países.
Cuando ya terminaba el plazo programado por el gobierno programado para el 13 de abril, el gobierno siendo responsable por la gravedad del índice de contagio prorrogó el aislamiento hasta el 27 de abril, para tratar de aplanar la curva de contagios.
Pues hoy 18 de abril, aquí estoy aun entre cuatro paredes recuperando tiempo perdido con mi hijo y familiares, pero al tiempo tratando de mantenerme conectado con la actualidad del mundo y todo lo que ocurre en nuestro País.
Las medidas ordenadas por las autoridades departamentales y municipales, que han generado un alto impacto en sus habitantes; quienes aún no toman conciencia de la gravedad de la Pandemia, desobedeciendo tales medidas, obligando a la actuación de la fuerza pública a la imposición de comparendos y muchos casos realizando detenciones.
Otros han acudidos a las vías de hecho y han taponado el ingreso y salida a los municipios para evitar que irresponsables pongan en riesgo la salubridad pública. Existen actualmente medidas como el pico y cedula a la comunidad para que puedan proveerse en sus necesidades básicas.
En muchos municipios y ciudades ya el tema de los alimentos se convirtió en un problema mayor, por un lado la escases en los productos, por el cierre de vías y falta de transporte para los productos que vienen del campo y por otro lado el sobre costo de los mismos.
Y lo que si me tiene la vida triste es pensar en lo que sucede en la mayoría de los hogares en Colombia, sobre todo en aquellos climas cálidos, que requiere de la ventilación constante para refrescarnos y huir de la elevada temperatura sofocante al interior de nuestros hogares, los que tenemos la oportunidad de contar con aire acondicionados nos corresponde obligatoriamente hacer uso del mismo y esto genera un sobre costo en la factura de energía eléctrica, y aunado al gasto de más también encontramos el aumento de los kilovatios por parte de las empresas prestadoras del servicio público, que genero un sobre costo en nuestras facturas, que nos tiene a todos pensando en diferir a 24 cuotas el recibo de este mes. Medida que logro el gobierno para solventar las garantías en plena época de la epidemia.
En mi caso no solo estoy sufriendo por el costo de la energía; sino que debo pensar en cómo racionar el consumo de agua potable, en el entendido que a mi casa la distribuyen cada 35 días, en plena época donde el uso del agua es primordial para la prevención y la desinfección del brote en las áreas del hogar.
Aquí estoy esperando lo que pueda suceder el 27 de abril, si el Gobierno Nacional, mantendrá la medida o la levantara para según ellos darle dinámica a la economía y las familias que viven del diario vivir.
No estoy crédulo de los resultados del gobierno con la Pandemia, ni con las medidas ni en el tiempo que demoraron en aislar al País, comparo el trámite que otros Países latinoamericanos han realizado provechosamente y pienso que no estamos preparados para abrir nuevamente las puertas a la enfermedad.