Una gran expectativa se tornó alrededor del lanzamiento musical de la nueva producción de Ana del Castillo, pero el resultado fue otro, la artista se fue en ‘peo’ y no alcanzó ni el 60% del aforo en el Parque de la Leyenda Vallenata, donde el año pasado llegó a la gloria con su primara producción musical ‘El Favor de Dios’
Se esperaba cerca de 20.000 espectadores, pero no llegó ni al 60 %, de acuerdo a los cálculos internos y la ausencia del público en todos los sectores habilitados. Este tipo de eventos se garantiza con organización, comunicación y mucha dinámica a la hora de contagiar al pueblo.
La puesta en escena fue impresionante, una escenografía impecable de denotaba fuerza, pero de allí no pasó y todo quedó casi en íntimo, aunque la artista salió al paso ante esta situación manifestando “somos lo que somos, estamos los que estamos”.
En un análisis realizado por el portal Primera Línea de Valledupar, entre las posibles causas de este poco apoyo a la artista destacan. El encargado del lanzamiento, líder y quien debe echarse la responsabilidad sobre sus hombros es el o los artistas, ya sea cantante solo o con su acordeonero. No es el mánager, ni coordinador, ni el equipo logístico y mucho menos los medios de comunicación. Partiendo de esa base, Ana le restó importancia a lo su característica más importante como artista y es el apego con el público; su desparpajo enamora, encanta y conquista corazones, pero en esta ocasión no la vimos recorriendo las calles, ni barrios, ni hizo tomas en puntos estratégicos de Valledupar. Hasta la carátula del disco le restó porque en las vallas se veía una mujer sobre un caballo ¿pero su rostro?
Dos, la planeación no fue mayor a 30 días y en ese lapsus nunca encontró espacios para conectar con el público. Canceló presentaciones 15 días antes del lanzamiento quitándole espacio a atraer más público de otras ciudades y municipios.
Tres, a nivel logístico fue pésima la manera de entregar la boletería y orientar al seguidor. En estos casos gratuitos, generalmente se imprime hasta 10 veces el aforo del Parque, simplemente porque muchos adquieren los boletos con ganas de revender y terminan con ellos en las gavetas de sus cuartos, entonces les quitan la opción a otros que si estaban interesados en ir al espectáculo. Con Ana la boletería fue escasa, no hubo puntos físicos de entregas, no hubo carrosvallas dando vueltas por la ciudad y mucho menos unión de medios de comunicación.
Cuarto, la conexión de Ana con los medios fue nula. Solo una rueda de prensa que poco o nada se notó, cuando su nombre debió sonar por 30 días, todas las semanas, con un hecho concerniente a su lanzamiento. No fue así porque no se le conoce equipo de prensa, ni mucho menos estrategias. A Ana del Castillo ahora le toca redoblar esfuerzos y con la música de su disco contagiar a Colombia y el mundo.