Redacción: Unidad Investigativa-laregional.net-
Ante la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP, el exgobernador de Sucre, Salvador Arana no solo pidió perdón a la familia del exalcalde de El Roble, Eudaldo León Díaz Salgado, sino que se destapó y contó cómo funcionaba la administración y la política en ese departamento.
Aseguró ante esa instancia que “las relaciones entre las Autodefensas Unidas de Colombia y el Estado existían con antelación a su elección como gobernador del departamento de Sucre, en los municipios de Sincelejo y San Onofre”.
Explicó que la infiltración de los paramilitares en el ámbito político se dio inicialmente a nivel municipal, con la elección atípica del alcalde de Tolú (Alfredo Navas), en donde el jefe político era el médico Wilher Cobo. “Luego, para el 2002, las AUC participaron con candidato propio a la Cámara de Representantes en cabeza de Muriel Benito Rebollo con la alianza al senado de Jairo Merlano”.
Le contó a la JEP que su grupo político, en las elecciones del Congreso del año 2002, “tuvo que apoyar a Jorge Luis Feris Chadid (hermano de Salomón Feris alias “08”, comandante de las AUC y cercano a Salvatore Mancuso) en su elección a la Cámara de Representantes. Esto, con la finalidad de que ese grupo no se opusiera a la campaña del suyo (encabezado por Rodrigo Pelufo alias “Cadena” y Eduard Cobos Téllez alias “Diego Vecino”) en los municipios del Golfo (Tolú, San Onofre, Coveñas, Toluviejo) y otros del departamento de Sucre”.
El exmandatario quien lleva más de 10 años privado de la libertad por estos delitos, aseguró que posterior a esas elecciones, en 2003, las AUC empezaron a participar de lleno y abiertamente en la política del departamento de Sucre, e impusieron sus candidatos a las alcaldías, concejos, asamblea y a la gobernación, de manera que el poder paramilitar se convirtió en la principal herramienta política de la región.
“Inicialmente el grupo armado apoyó a Édgar Martínez Romero, luego a Jorge Anaya, quien era el candidato del movimiento liderado por Álvaro García Romero, sobre lo que indicó que se “atrevería a decir que hubo apoyo paramilitar para ambos candidatos y eso se demostró con el resultado que fue muy parejo, pero termino (sic) ganando Jorge Anaya”, dijo Arana ante la JEP.
Explicó además que cuando Jorge Anaya fue elegido gobernador, su acuerdo con alias “Cadena” era nombrar en la Secretaría de Educación al cuñado de este (Oswaldo Ayala). “Para la Contraloría se acordó elegir al señor Rafael González, candidato de alias “Cadena” y de Muriel Benito Rebollo. Todos estos nombramientos tenían el aval del jefe político de Anaya, Álvaro García”.
De igual modo, dijo que las AUC tuvieron el control de los recursos de los municipios en los que ejercían control y servían a sus propósitos (Tolú, San Onofre, Coveñas, San Antonio de Palmito y Toluviejo, además de aquellas en las que había coalición con otros grupos políticos: Sincelejo, Morroa, Corozal, Los Palmitos, Sincé, Sampués, entre otros).
El exgobernador también le contó a la JEP que los miembros de las AUC tenían relación con varios ganaderos de la región y las Convivir, manejaban algunas EPS (Manexca), influían en la asignación de afiliados a estas y a las ARS, bajo amenazas u ofreciendo dádivas a diferentes alcaldes o funcionarios públicos. Dijo que a finales del año 2002, fue invitado a una reunión por el gobernador saliente, Eric Morris, en la que se estuvo también el exjefe paramilitar Salvatore Mancuso y fue auspiciada por su vocero, Víctor Guerra, cuya finalidad era hacer el empalme sobre unas cuentas que se estaban pagando a cargo de las regalías de Tolú, que las AUC pretendían que se siguieran pagando durante su administración.
Aseguró que a pesar que pagó estos dineros, no recibió suma alguna, “ya que se entregaban directamente a la señora María Angélica Esquivel quien, según ella, entregaba las correspondientes sumas a alias “Negro Ricardo”, persona designada por las AUC para el efecto. Por otra parte, el señor Aníbal García era el encargado, desde la administración de Eric Morris, del proceso de revisión y pagos con recursos de regalías”.
Dijo que entre los años 2000 al 2005, sin mayor dificultad, políticos, ganaderos, comerciantes, entre otros, se reunían con el comandante del Bloque Montes de María, Rodrigo Pelufo alias “Cadena”, en la región del Golfo de Morrosquillo y San Onofre. “Esto era posible con ocasión de la infiltración de las AUC en la fuerza pública, ya que manejaban los comandos de policía de los municipios del Golfo de Morrosquillo y otros de su interés”.
Explicó que desde su cargo como gobernador, conoció que entre los colaboradores de los paramilitares se encontraban el coronel Norman León Arango, comandante de la Policía de Sucre, con quien sostuvo una reunión en una camioneta junto con alias “Cadena”; el coronel Vivas, segundo al mando, y el Coronel Sánchez, del municipio de Corozal.
En el tema de salud, dijo que desde el año de 1999 los paramilitares indujeron a la población a afiliarse en ciertas Administradoras del Régimen Subsidiado-ARS y EPS en las que tenían colaboradores. “Además, los gerentes de estas entidades, mediante las acciones del grupo armado, presionaron a las alcaldías para que les entregaran estos afiliados, a veces por dinero y otras por amenaza. Esta práctica se extendió durante todo su periodo como gobernador, en casi todos los municipios de Sucre”.
Entre las EPS que más participaron en esas actividades estaban: Barrios Unidos de Quibdó, Cajacopi, Unimec, Manexca, entre otras.
Explicó que los recursos los sacaban a través de contratos de asesoría, facturaciones de pacientes fantasmas, suministros de medicamentos, creación de IPS de garajes, entre otros.
PIDIÓ PERDÓN
El exmandatario pidió perdón a Martha Libia Salgado Rodríguez e hijos y se comprometió a repararlos por el homicidio del exalcalde Eudaldo Díaz.
Además aceptó los cargos por peculado a favor de paramilitares y reconoció que haber desviado recursos a favor de los actores de conflicto afectó a toda la sociedad. “En ese sentido, reconozco mi responsabilidad por contribuir al conflicto armado en vez de a la paz, como me lo mandaba mi cargo público y mi deber como ciudadano. Por eso, pido perdón a la sociedad por haber desviado los recursos mediante actos de corrupción desde mi calidad de Gobernador de Sucre que buscaron (y lograron) financiar el conflicto”, dijo.