El 11 de enero, día que asesinaron a Laura Isabel Ortiz Ávila, 31 años, no creía que la pudiesen matar por solo ser amante de «Paty Paty». Por eso no se perdió y no se fue como lo habían hecho algunos amigos de ella. Siguió haciendo lo mismo de todos los días.
Pero Laura estaba completamente equivocada. Ese día, se produjeron dos hechos que nos hace pensar en la guerra total que se vive en el ultramundo de una Cartagena reducida al abandono y a la desidia oficial. Una ciudad caótica y presa de las mafias de diferentes pelambres. Primero, se cumplían las 72 horas de plazo de la amenaza colgada en el cadáver de la víctima de Arroz Barato. Segundo, ¿la asesinaron por ser amante de «Paty Paty»? Una persona que la conocía dijo en su red social de internet:
«Asesinan a la amante de alias «Paty Paty» cuando se bajaba de la mototaxi… al parecer le gustaba vacilar con los duros y allí tiene las consecuencias».
La protagonista de esta triste historia era una joven bella, muy agraciada, como muchas que habitan en extramuros, que viven el tiempo a millón. Desde muy joven se hizo madre. Le gustaba el perreo, la discoteca, la juerga y el amor bandido. Era la «oveja descarriada» de la familia. Se dice que en ese modus vivendi conoció y se hizo amante de «Paty Paty». Y también encontró la muerte trágica.
Los asesinos no tuvieron compasión con Laura. Le asestaron dos tiros en sus protuberantes pechos. Aún así, corrió. El tercer tiro la hizo desplomarse para nunca más volver a la vida. Llegó muerta en la clínica donde la atendieron.
De esa manera, Laura Isabel Ortiz Ávila, se convertía en la primera víctima después de la declaratoria de guerra total desatada, al parecer, por los enemigos de «Paty Paty» y «Gomelo». La advertencia del asesinato de Arroz Barato probablemente se comenzó a cumplir con el sicariato contra Laura. Son cinco sicariatos ejecutados hasta el sábado 14 de enero. Ayer fueron asesinadas cuatro personas, tres de las cuales fueron por encargo. [Lea en exclusiva la primera entrega de esta serie: Ascenso y caída de «Paty Paty» ¿Delatará a políticos y empresarios? (I)]
La guerra del ultramundo de Cartagena
Ante de explicar las evidencias de la orden de muerte contra Laura, es necesario explicar de dónde surge esta guerra total. Esta es una guerra en el ultramundo de Cartagena por el control del microtráfico. Pero también es una guerra de los «grandes» que buscan recuperar uno de los puertos que mejor le produce en sus rentas derivadas de la seguridad que le prestan a los exportadores de cocaína de primera calidad a los mercados de Estados Unidos y Europa. Estos exportadores son los verdaderos dueños de la droga que se conciertan con las organizaciones criminales para que le garanticen seguridad a sus exportaciones. Son empresarios de bajo perfil que podría ser tu vecino y no lo sabes. Un vecino que saca a su perro a hacer sus necesidades. O el amigo con quien juega a tenis en el club.
Recordemos que Juan José Valencia Zuluaga, alias «Babalao» o «Falcón», el pez gordo capturado en Llanogrande, Antioquia, en mayo de 2021, hasta ahora no ha sido reemplazado como jefe del Clan del Golfo de la región Caribe. Era el controlador de los puertos de Cartagena, Barranquilla y Santa Marta. Alias el «gordo Simancas», quien lo debía reemplazar, también fue capturado en marzo de 2022.
Esa situación desató una guerra por el control del poder en el bajo mundo de Cartagena. Los lugartenientes comenzaron a protagonizar una guerra interna por ser el jefe de esta estructura en el puerto de Cartagena. En estas circunstancias surgió «Paty Paty», quien era uno de sus esbirros en el manejo de las finanzas. Era vale (amigo muy cercano) de «Alex Pereira». Pero por cualesquiera circunstancias, especialmente luego de la pérdida de un cargamento de coca, se desató una enemistad de los dos. [Lea la segunda entrega: Asesinato de Arroz Barato, declaración de guerra total en el bajo mundo (II)].
La segunda oportunidad de Laura
La joven Laura Isabel Ortiz Ávila, en 2019, lucía hermosa. Comenzó a frecuentar amistades peligrosas. Su madre la quería mucho. Al parecer, era la única hija que tenía. Los otros eran varones. Sus dos hermanos trabajan en diferentes empresas. Y tienen una vida normal. Todo indica, que ella era la «oveja descarriada» de la familia.
En efecto, la policía dijo que Laura tenía dos anotaciones. Una de ellas por porte ilegal de armas. O sea, que no era ninguna perita en dulce. Probablemente sus novios traquetos la utilizaban como mula para transportar armas o drogas y burlar las requisas de las autoridades.
Los indicios señalan que hace un año, en ese bajo mundo donde andaba, le pusieron precio a su vida. Pero dicha sentencia de muerte se la conmutaron. No se sabe cuáles fueron las condiciones que le impusieron. Pero lo cierto, es que después que detuvieron a «Paty Paty» su sentencia de muerte fue reactivada.
La orden de matar a la amante de «Paty Paty»
Una fuente le dijo a VoxPopuli que su madre se lo advertía cada vez que se enteraba de hechos de sicariatos en el bajo mundo. Es más, algunos familiares señalaron que le advertían del peligro que representaba tener ese tipo de amistades. Pero esas advertencias a Laura le entraban por un oído y salían por el otro.
Un día antes de su muerte, una persona muy cercana a ella y, que, por supuesto, la quería, sostuvo un diálogo por guasap que reproducimos. Esa persona le dijo:
Mami, necesito hablar contigo, amor
Laura respondió: «Dime ¿qué pasó, amor?»
«Alex me dijo que estuvieras pilas, que te guardaras, que otra vez están dando plata por tí».
Laura se extrañó y alcanzó a decir: «¿Cómo así? ¿Quién»?
«No me dijo quién. Lo que me dijo fue, mami, tú hablas con Laura. Yo le dije que sí. Y me dijo que esté pendiente o se abra de Cartagena que se quieren bajar a la pelá».
Y se la bajaron a las 6:30 de la noche del 11 de enero de enero de 2023 delante de su hijo. Acababa de bajarse de la mototaxi que la había transportado hasta Las Palmeras donde residía con sus tres hijos.
La guerra total de «Paty Paty», «Gomelo» y «Alex Pereira»
Las organizaciones de los lugartenientes de Juan José Valencia Zuluaga, alias «Babalao» o «Falcón» se están matando entre sí. Pero los que caen no son los jefes sino las amantes, los auxiliadores, los pistoleros, los que hacen la vuelta por dinero, los transportadores, etc. Mientras tanto «Paty Paty», «Alex Pereira» y «Gomelo» están resguardados. Los dos primeros en las cárceles. El segundo, puyó el burro, dicen algunas fuentes consultadas. ¿Por qué Laura no huyó?
Entre tanto, ya van seis los muertos por sicariato desde que sicariaron al mototaxista Rony David De Arcos Rivera en Arroz Barato. Laura Isabel Ortiz Ávila fue la primera. Luego Harold del Carmen Rodríguez Batista, alias Maticela. La misma suerte ocurrió con Niyl Alexander Lugo Domínguez y Carlos José Naguid Rivas. Otro que asesinaron cerca de Prosegur, la vía a Mamonal, aún no ha sido identificado.
Desde que mataron a Laura, no cesan los sicariatos en la ciudad. ¿Hacia dónde va Cartagena? Sin duda, al despeñadero. Salvo que el presidente Petro y su ministro de Defensa asuman las riendas de la seguridad de la ciudad, ya que tenemos un alcalde zambiloco incapaz de gobernar como lo dijimos antes de que asumiera ese cargo. Pero la ciudad no me oyó, como tampoco ha querido oír estas advertencias que cobran vida humana. La juventud cartagenera no tiene futuro: prostitución, delincuencia, pobreza y abandono oficial. ¿Qué hacemos? Espere la próxima entrega y el video que estamos preparando: ¿Quién ordenó la muerte de Laura?