La magnitud del fenómeno de La Niña que azotó al país entre 2010 y 2011 fue tal que desbordó la capacidad ordinaria de respuesta del Estado. Según el ‘reporte final de áreas afectadas por inundaciones’ hecho por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) a finales de 2011, unas 3.219.239 personas resultaron afectadas por el invierno. Cientos de viviendas, enseres, colegios, áreas de cultivo, entre otras, se perdieron como consecuencia directa de la emergencia. En Bolívar, 42 municipios, es decir 2.665.496 hectáreas del territorio y alrededor de 331.046 personas fueron calificadas como potencialmente damnificadas.
Debido a esta calamidad, en 2010 se decretó el estado de emergencia económica, social y ambiental. Con estas facultades extraordinarias, se expidieron normas orientadas a superar la situación de desastre en la que estaba sumido el país. Dentro del paquete de medidas adoptadas fue creado, mediante el Decreto 4819 de diciembre de 2010, el Fondo Adaptación, cuyo objeto inicial fue “la recuperación, construcción y reconstrucción de las zonas afectadas por el fenómeno de La Niña 2010-2011”.
Dicha entidad comenzó sus labores a finales del 2011 y desde entonces ha desarrollado obras desde distintas líneas, con el fin de devolver a los damnificados por el fenómeno de La Niña 2010-2011, el bienestar del que gozaban antes del desastre, contribuir al desarrollo de las poblaciones y proteger a los colombianos de eventos extremos futuros.
Dos de las líneas a las cuales el Fondo le ha apostado durante su vigencia son salud y educación.
Pese a algunos retrasos y dificultades presupuestales, a febrero de este año, en Bolívar han sido entregadas 13 sedes educativas que tuvieron una inversión de $31.386 millones y beneficiaron a unos 4.043 niños y jóvenes en siete municipios, mientras otras 16 sedes educativas, para las cuales se destinaron $61.146 millones, están en ejecución en diez municipios.
Sin embargo, de estas 16, nueve tienen retrasos en su cumplimiento, siendo la más atrasada la Institución Técnica Agropecuaria Elvira López Faciolince – sede Platanal en el municipio de San Martín de Loba, que lleva solo un 5 % de avance.
Las razones de dichos atrasos, según explicó el Fondo Adaptación, serían para algunos casos como el de las 2 sedes que se ejecutan en San Martín de Loba, el bajo rendimiento del contratistas de obra y dificultades en el acceso.
Mientras que para las 7 sedes restantes, que son ejecutadas por la Gobernación de Bolívar mediante convenio interadministrativo, las razones serían el bajo rendimiento de contratistas o ausencia de estos en la obra, sumados a los problemas de inseguridad y lluvias, los cuales provocaron que fueran frenados los trabajos en repetidas ocasiones.
Debido a estos retrasos en municipios como Montecristo o San Jacinto del Cauca, sus habitantes han protestado en repetidas ocasiones, pues actualmente deben dar clases en condiciones deplorables mientras siguen esperando las nuevas aulas de clase.
Por eso para solucionar estas situaciones y avanzar con los trabajos, el Fondo Adaptación definió una reprogramación con hitos de control. Además solicitó a la Gobernación de Bolívar iniciar procesos de incumplimiento.
Ahora bien, mientras las obras en educación superan sus inconvenientes, en materia de salud, tres centros hospitalarios son construidos en: Mahates, Soplaviento y San Cristóbal, siendo este último el único que presenta un retraso equivalente al 5,5 % de acuerdo a la programación oficial.
Pero, aunque esas tres obras van por buen camino, aún se necesitan $59.914 millones para poder ejecutar 6 nuevos hospitales y centros de salud que ya tienen los proyectos estructurados pero están desfinanciados.