El presidente Gustavo Petro explicó que la economía popular no solamente representa la mitad de la economía del país y genera el 80% de los puestos de trabajo de Colombia, y sin embargo la gente más pobre no acude al crédito bancario debido a los altos costos, por lo que “en su desesperación tiene que recurrir al llamado ‘gota a gota’ que cobra, pistola en mano, hasta 25% diario”.
El mandatario hizo esta afirmación al intervenir en el espacio El Gobierno con el Pueblo que se desarrolló en la localidad de Engativá, al suroccidente de Bogotá, donde planteó su propuesta de financiar proyectos productivos de asociaciones de mujeres a través de créditos con cero intereses del Banco Agrario.
“He pedido que se cambie su nombre a Banco Agrario Popular, y que su misión sea sacar el ‘gota a gota’ de la ciudad de Bogotá y de prestarle crédito a la economía popular. Lo que aprendamos aquí se extiende al país porque se van acumulando los saberes”, sostuvo.
El presidente defendió nuevamente la economía popular como fuente principal para disminuir la pobreza en Colombia y aumentar la riqueza entre la clase trabajadora.
Al respecto, confió en que, en su próxima reunión con la Junta Directiva del Banco de la República, se baje la tasa de interés, hoy ubicada en 13,25% anual, porque “con esa tasa en un banco el crédito se vuelve por arriba del 20%, 25% y hasta 30%. Es muy difícil”.
“Estamos sacrificando trabajo con esta tasa de interés alta. Y resulta que es más importante el trabajo”, señaló el jefe de Estado para explicar que hoy la misión del Banco Agrario “debe ser financiar la economía popular urbana” de Colombia “empezando aquí (Bogotá) donde está la mitad del ahorro del público del sistema financiero”.
Y para ello, agregó, el Banco Agrario debe competir por el ahorro abriendo oficinas y haciendo programas de captación de ahorro de la ciudadanía bogotana. “Eso es parte de la reestructuración del Banco Agrario que necesitamos”, insistió.
Obviamente, el mandatario dijo que “hay que hacer los cálculos muy bien hechos” para ver cómo se puede activar esa política de préstamos a tasa cero intereses, subsidiada con el presupuesto nacional.
“Si el Banco de la República baja la tasa de interés, en el tiempo podríamos soportar el 0% de tasa de interés para actividades agrarias del campesinado, de producción de alimentos y de industrialización de esos alimentos, y para actividades urbanas”, manifestó.
Y añadió: “Yo diría que donde se asocien las mujeres, y sean asociaciones productivas que puedan generar riqueza, entonces el dinero público se vuelve un constructor de riqueza popular, de disminución de la pobreza y de disminución de la desigualdad”, afirmó el jefe de Estado.
Por ello, propuso que la entidad bancaria pública no solo lidere ese proceso, sino que constituya una mesa de financiación de la economía popular en la localidad de Engativá, y si la banca privada se quiere sumar “pues bienvenida”.
“Tenemos que bajar las tasas de interés sustancialmente para que realmente aquí pueda crecer la ocupación laboral, pueda crecer la riqueza, pueda crecer una localidad muy fuerte desde el punto de vista productivo y laboral”.
Pero este proceso, insistió, requiere de hacer ajustes previos como una restructuración del Invima (Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos) que, en su opinión “se ha convertido en un obstáculo para que la economía popular se desarrolle”, y del llamado Grupo Bicentenario, una especie de holding empresarial de entidades estatales.
“Yo tengo facultades extraordinarias otorgadas por el Congreso –vencen en noviembre entrante- para restructurar el Grupo Bicentenario. Nos tenemos que apurar para organizar y asociar a las mujeres que han estado en Familias en Acción y que ya van saliendo del programa de transferencias, y volverlas beneficiarias de crédito asociativo con tasa de interés cero”, concluyó el jefe de Estado.