Colombia tiene diversidad de fiestas y festivales, pero sin lugar a dudas uno de los eventos que llena de orgullo al país es el Carnaval de Barranquilla, no por nada fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación por el Congreso de la República, y Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad, por la Unesco.
Esta fiesta que reúne a turistas de diversas partes de Colombia y el mundo, tiene su origen en el carnaval que llegó a América desde España, y desde entonces se quedó en la ‘arenosa’ alegrando al país en cada inicio del año.
La fiesta carnavalera de Barranquilla tiene antecedentes en Cartagena, en donde se celebraba la fiesta de esclavos, cuando en las calles los negros bailaban al son de instrumentos típicos y vestidos con atuendos coloridos y especiales.
Poco a poco la fiesta en Barranquilla y en 1888 surgió la figura del Rey Momo, que simboliza la máscara, luego en 1899 se creó el cargo del presidente del Carnaval y la junta organizadora; para 1903 se crea la Batalla de Flores, una propuesta de Heriberto Vengoechea para rescatar una tradición de años atrás.
Para 1918, fue elegida la primera reina del Carnaval, designación que recayó en Alicia Lafaurie y para 1923 se institucionalizó la figura de Reina.
Los años siguieron pasando y poco a poco fueron haciéndole nuevos ajustes, fue así como en 1967 nació la Gran Parada de Tradición y en 1974 fue realizada la primera guacherna por iniciativa de la cantautora Esther Forero conocida como ‘la reina de Barranquilla’.
Otros de los eventos creados en el Carnaval fue el desfile por la calle 17 del Rey Momo en 1995, y la Gran Parada de Comparsas el lunes de Carnaval (2000).
Esta fiesta es una de las más grandes de Colombia y aunque este año no se pudo realizar en calles y sitios abiertos, sí se llevó a cabo a través de la virtualidad, logrando que 1,9 millones de personas lo apreciaran a través de internet.
Esta celebración es una de las que hace grande a Barranquilla, ciudad que cumple 208 años y que muestra su grandeza no solo en su crecimiento económico y social, sino también en lo cultural.