Después de ver el enorme respaldo de los afros a Petro ayer en La Boquilla, Cartagena, solo queda decir que, el principal “delito” de Catherine Ibargüen no fue lanzarse a la Cámara por el partido de la U, sino traicionar a su raza, una raza golpeada y abandonada que ve en Petro su única opción real.
Si lo que dice María Jimena Duzán es cierto, la vieja vendió a su raza por 4 pesos de los Char, quienes le dieron patrocinio para su carrera deportiva y quienes ahora le estarían pidiendo que los represente en el Senado.
Ahí tienen ustedes la estrategia de los Char para las próximas elecciones: cambiar “abudines” por atletas olímpicos afros.
Le recuerdo a la comunidad afro de Colombia que en Barranquilla también hay negros, y que los Char no es que hayan hecho mucho por ellos, excepto darle plata a los deportistas triunfadores.
41% de pobreza extrema en Barranquilla, la segunda ciudad del país en el crecimiento de ese fatídico indicador económico-social. Y la mayoría de los afros de la ciudad caen en ese 41%.
Y lo peor de todo es que esa pelada Ibargüen no tiene cabeza pa’ estar en el Congreso, es la realidad. No está preparada ni tiene las condiciones para ser una congresista efectiva. Va a pasar a ser un ficha de Dilian Francisca Toro y Alex Char, y va a votar como estos le digan.
Francamente, invito a los afros de Colombia a que no voten por la Ibargüen. Esa pelada no los va a llevar a ninguna parte. Tienen mejores posibilidades de alcanzar sus objetivos con congresistas de otras razas.
Y de una vez aviso: los políticos en Colombia están FRIVOLIZANDO las elecciones a Congreso, y en eso incluyo a Petro.
Ni Agmeth Escaff, ni Beto Coral, ni Margarita Rosa, ni otro poco de gente que se está lanzando al Congreso tiene los requisitos para hacerlo. Tener figuración y escribir blogs anti-uribistas no es requisito suficiente para lanzarse al Senado.
Para tú aspirar a algo tienes que tener un programa claro, unos objetivos claros y una independencia clara.
Y voy a hacer una confesión: hace como 9 meses a mí me mandaron el viaje, y lo esquivé, por varias razones.
La primera, porque yo solo me lanzaría desde una plataforma ANTI-FASCISTA, es decir, ANTI-URIBISTA, y aquí no existe eso. Ni siquiera Petro es anti-fascista, y mi objetivo es la erradicación del fascismo de Colombia.
Segundo, porque yo no soy ficha de nadie. Si yo llego, voy a ser “my own man”, yo no voto en bloque con nadie. Lo siento, pero mi cabeza es mucho más grande que la del 95% del Congreso actual (por no decir el 100%), yo no necesito que a mi nadie me aclare nada ni me diga cómo votar leyes. Yo no sería ficha de nadie.
Y tercero, porque tengo miedo de llegar al Congreso y matar a trompadas a algún senador o representante Uribista, y esto lo digo en serio. Primer debate álgido, y yo cojo por el cuello al gordito García Zuccardi, o a Paloma Valencia, y no los suelto hasta que los estrangule. Yo prefiero no arriesgarme.
Mi objetivo sería claro, clarísimo: restaurar la decencia de las instituciones y procesar a Uribe y su banda de asesinos por crímenes de lesa humanidad, buscando la horca de ser encontrados culpables.
En resumen, Colombia no está preparada para un tipo como yo en el Senado.
Con el perdón de ustedes, yo soy más decente que Colombia tomada como un todo, y para ser congresista, hoy por hoy, hay que ser medio torcido, es la realidad.
Los únicos aciertos del pacto histórico en materia de candidatos para el Congreso son Gilberto Tobón y Miguel Ángel Del Río.
De hecho, mi voto para Cámara va a ser por este último, uno de los mejores descubrimientos políticos de los últimos tiempos. Y es barranquillero, de lo poco bueno que tiene la política barranquillera para mostrar por estos días.
Ayer un amigo mío dijo aquí, por joder, que el próximo candidato frívolo al Congreso va a ser James por el CD, “de suplente”.
Todos nos reímos, pero mi amigo no está del todo perdido, ni el asunto es tan descabellado.
Hasta James podría llegar al Senado en este ambiente político frívolo, sea de titular o de suplente.
Voten bien, mis queridos amigos, llegar al Senado no es un asunto frívolo, es el destino de Colombia.
Y uno no llega al Congreso para que le digan que hacer. Uno llega a forjar los destinos del país, a mostrar iniciativa. Yo voltearía el Senado patas arriba, si algún día llego, y Colombia todavía no está preparada para eso. Ni siquiera la izquierda está preparada para eso.
El día que yo vea que Colombia en verdad quiere destruir el fascismo de su territorio, ese día pensaré en lanzarme.
¿Saben por qué lo haría?
Porque llevo 40 años de mi vida estudiando sobre el fascismo. Creo que para esa tarea si estoy preparado, y eso es más de lo que pueden decir Beto Coral o Agmeth Escaff sobre nada de lo que ellos sepan.