Aunque las recomendaciones internacionales plantean que los países deben actualizar cada diez años sus datos demográficos, actualmente las entidades del orden nacional y territorial continúan planificando sus políticas públicas con el proceso censal de población y vivienda del año 2005 en el que se estableció que el país tenía 41’488.384 habitantes, 10’570.899 hogares y 10’390.207 viviendas.
Teniendo en cuenta la importancia del censo que se llevará a cabo el próximo año para la planeación y el desarrollo del país, en especial en el marco del posconflicto, el Senador Antonio Correa, segundo vicepresidente del Senado, citó a debate de control político al Director del DANE Mauricio Perfetti, así como a los Ministros de Hacienda, Salud, Educación, Vivienda y demás entidades que transversalmente utilizan los datos censales para establecer sus políticas públicas.
Lo anterior porque según el Legislador, para la realización del censo no se apropiaron los recursos económicos suficientes que garanticen fiabilidad de la información e incluso se utilizarán métodos inaplicables en muchas zonas del país que rayan en lo absurdo. «Cómo es posible que este país en donde aún muchas poblaciones carecen de los servicios públicos básicos, se tenga previsto hacer el censo por Internet. Por ejemplo, se pretende absurdamente censar a los indígenas por Internet», señaló el congresista.
El Senador Antonio Correa Jimenez, advirtió que los procesos censales son mucho más que cifras. «Es necesario recordarle al país que un Censo es mucho más que una encuesta, una estadística o el simple hecho de saber cuántos somos. De la eficacia de un procedimiento censal depende desde el número de vacunas que se envían a un municipio, hasta poder establecer planes de vivienda, educación, trabajo. Todas las políticas públicas de un país dependen de la certeza, o al menos, de la confiabilidad de las cifras derribadas de un Censo y más en un país que acaba de firmar un acuerdo de paz”.
Por: Rogelio Góez Barragan- Redactor Sincelejo