Comunidades de Cartagena y La Guajira, iniciaron trabajos en programa de ´comunidades energéticas´

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Comunidades asociadas de Cartagena y la Alta Guajira pusieron en marcha proyectos de energías renovables, a través del programa ‘Comunidades Energéticas’, promovido por el Ministerio de Minas y Energía.
Las organizaciones comunitarias de zonas no interconectadas cuentan con una capacidad organizativa en el territorio que permite desarrollar naturalmente modelos asociativos.
En el caso de La Guajira, por ejemplo, son comunidades pequeñas que trabajaban con plantas, como explica el viceministro, distribuidas.
El viceministro de Minas y Energía, Javier Campillo Jiménez explicó, que esta entidad está trabajando con 146 comunidades en la Alta Guajira y otra comunidad energética en Isla Grande, en Islas del Rosario, Cartagena, garantizando que la comunidad pueda operar de forma eficiente la nueva infraestructura de energía y generar una mayor utilidad.
“Hace dos años nos solicitaron un proyecto energético y en este Gobierno optimizamos este diseño para garantizar un servicio de 24 horas con alto uso de fuentes no convencionales de energía», puntualizó Campillo.
A la fecha, más de 12.000 comunidades han postulado proyectos para generar su propia energía en todo el territorio nacional.

Comunidades energéticas

El programa surge como una fusión entre dos grandes potenciales que tiene Colombia: el potencial comunitario y los modelos asociativos en los territorios con comunidades indígenas, cabildos indígenas, sumado a la gran capacidad de generación de energía a partir de fuentes no convencionales de energía renovable.
El proyecto busca además aportar a la descarbonización, reducción y dependencia de los combustibles fósiles, así como reducir las altas tarifas que pagan los usuarios.

“El país está rodeado de energía solar, tenemos energía eólica en el norte, tenemos capacidades a partir de pequeñas centrales hidroeléctricas, tenemos biomasa y tenemos población en todo el país.
Al trabajar en esa estrategia, las comunidades energéticas pueden promover el desarrollo de fuentes no convencionales de energía renovable, ya sea para procesos productivos propios o para la comercialización de energía», agregó Campillo.

El programa cuenta con fondos del Ministerio de Minas y Energía habilitados en el Plan Nacional de Desarrollo por más de 5,6 billones de pesos para subsidios, capacitación y mejoras en infraestructura y dotación de estos proyectos.

“Es una forma de democratizar el acceso a la energía a partir del aprovechamiento comunitario de las fuentes no convencionales de energía renovable», indicó el viceministro.

Fases del programa
La fase de postulación valida la existencia y la operación de todas las comunidades para determinar la sostenibilidad de esos proyectos energéticos que se instalarían en el territorio.
En la fase de evaluación se revisan las características de los proyectos para priorizar las comunidades que tengan un nivel de cohesión social y madurez en la gobernanza.

La tercera fase ejecuta el proyecto a través de la necesidad de cada comunidad y se hace un proceso de formación en un intervalo de seis meses.

Para el viceministro de Energía, con estas iniciativas Colombia puede ser una potencia en desarrollo de tecnología solar, en el fortalecimiento de tecnologías hidroeléctricas y en el aprovechamiento sostenible de tecnologías eólicas.

“Es hacer una transición pasando de una economía que depende de combustibles fósiles hacia una economía que puede desarrollar tecnologías limpias. Colombia puede abrir todo un mercado y en la medida en la que generemos mayores capacidades de energía, viene todo un desarrollo de nuevas tecnologías, electrificación del transporte», explicó el funcionario nacional.

Estas iniciativas también se pueden extender hacia la producción de hidrógeno verde y “toda una gran cantidad de elementos que podrían apoyar a la diversificación de la economía colombiana», agregó.


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