Anoche, por casualidad, me tropecé con el debate en “Semana TV” de los pre-candidatos del Pacto Histórico.
Todo muy bien, todo el mundo diciendo cosas razonables, excepto el pastor Alfredo Saade.
El Pastor Saade, sin saberlo, tocó ignorantemente -porque ese payaso no sabe de lo que está hablando- un punto que a mí siempre me ha intrigado.
Resulta que el carajo dijo que dizque su aspiración y sus propuestas se fundamentan en “un contrato con la biblia”, la cual, es el instrumento de su fe.
¿Un contrato con la Biblia?
A mi esa expresión me suena a un contrato con Dios, pues la biblia es considerada “la palabra de Dios”.
Este asunto de sostener un “contrato con Dios” es un punto fascinante que ha perturbado a famosos juristas y abogados de todo el mundo. ¿Se puede establecer un contrato con Dios? ¿En una corte, es posible validar un supuesto contrato suscrito con el Todopoderoso?
Esa pregunta la vi por primera vez en una famosa película de los 70s titulada “The Paper Chase” (1973), una película sobre estudiantes de derecho en la Universidad de Harvard.
La clase de “contratos” la dicta el famoso Profesor Kingsfield, un experto en contratos que se hace esa pregunta en uno de sus famosos artículos: ¿Se puede establecer un contrato legal con Dios?
En la película el asunto no queda resuelto, pero a mí el asunto siempre me ha dado vueltas.
Obviamente, por razones prácticas. Si alguien “rompe” ese contrato establecido con Dios, como el que asegura el Pastor Saade que tiene con la biblia, ¿es posible demandar a esa persona en nombre de Dios? ¿Se puede ser el “abogado de Dios”? Después de todo, constantemente se habla de ser “el abogado del diablo”. Por simetría, se podría asumir que también se puede ser abogado de Dios.
Pero volviendo a nuestro platanal, a mí me gustaría preguntarle al Pastor Saade los términos de su “contrato con la biblia”. No dijo “Alianza”, ni habló de “seguir la biblia”, o “cumplir la palabra de Dios”, ni de “establecer una conexión espiritual con la palabra de Dios presente en la biblia”, habló de “contrato”, una palabra completamente terrenal, humana, no divina. Dios nunca habló de “contratos” con el hombre. Un contrato es un instrumento de carácter legal.
Y yo tengo preguntas más interesantes para el Pastor Saade. Ese contrato entre él y la biblia, ¿cómo afecta al resto de los colombianos?
Si usted sale elegido presidente, mi estimado pastor, ¿cuál es nuestro rol en el contrato?
¿Soy yo una tercera persona vinculada al contrato? ¿Lo somos todos los colombianos?
¿Si usted -o Dios- rompe el contrato, puedo yo demandar en una corte a la parte que rompa el contrato? ¿Cuál es la jurisdicción de este contrato?
Por otra parte, creo que el Pastor Saade se está metiendo en terrenos difíciles al hablar de este contrato. Un contrato se puede establecer “de hecho”, sin necesidad de firmar un papel, especialmente si el que lo proclama sale en televisión, en un debate presidencial, diciendo que él ha suscrito un “contrato con la biblia”.
Y aún más peligroso para el Pastor Saade, teniendo en cuenta la naturaleza contradictoria de la biblia. Si el Pastor Saade proclama la paz, yo le puedo sacar un pasaje guerrerista del libro del Génesis y demandarlo. Y viceversa, si el Pastor Saade habla de guerra, yo me voy al Nuevo Testamento y lo jodo con la palabra de Jesús.
Lo que nos lleva a nuevos problemas. ¿Qué palabras de la biblia quedan cubiertas en este contrato? ¿Solo Viejo Testamento o el Nuevo Testamento también entra en el contrato?
¿Y la palabra de quién, Pastor Saade? ¿Tienen Abraham, o Moisés, el mismo valor legal que Dios? La biblia tiene miles de voces, y algunas se contradicen. Ese “contrato con la biblia” se puede complicar, mi estimado Pastor, pilas con esa vaina.
Usted la caga de Presidente, y yo lo demando por romper su “contrato con la biblia” jeje…
Menos mal parece que ese payaso no va a quedar, o si no, ya me imagino las demandas apiladas en la Corte Suprema por rompimiento de contrato.
Pero, por el momento, le dejo por aquí mi inquietud a los abogados que por aquí me siguen, que no son pocos:
¿Se puede establecer un contrato con Dios?
P.D: Vean “The Paper Chase”, la película de la que hablo arriba. En especial si usted es abogado. Para mi es una de las grandes películas de la década de los 70s. De las películas americanas que más buenas ideas me ha dejado…