Por: Juan Rincón Vanegas-@juanrinconv
-El artista suma un año más de vida dándole gracias a Dios por regalarle una nueva oportunidad para seguir cantando sus vallenatos del alma. “Estemos agarrados de la mano de Dios, y por favor vamos a estar en casa porque es un momento difícil, no es un juego. Se los digo de corazón”-
Llegar a 71 años de vida para Jorge Oñate: ‘El Jilguero de América’, ‘El Ruiseñor del Cesar’ y ‘La Leyenda’ es toda una bendición de Dios. “Alrededor de Dios gira mi vida y por eso no me canso de darle las gracias por bendecirme”, es lo primero que señala.
Continuando con su mensaje, ahora corto de palabras, indica. “Dios ha sido mi guía para llevar la bandera de la música vallenata. La verdad, es que mi amor por el folclor vallenato nunca decae”.
El legendario cantante a la distancia se nota sereno y más espiritual. “Es una satisfacción sumar un año más de vida teniendo el amor y el cariño de mi familia, de mis paisanos, de los Oñatistas, de los medios de comunicación y de todos los que saben de mi carrera artística”.
Como si los recuerdos hicieran fila en su cerebro comienza a narrar que es hijo del Festival de la Leyenda Vallenata. “Yo nací con el Festival Vallenato. Además, partí el evento en dos al ganar cantándole a Miguel López en el año 1972, y 20 años después repetí la misma historia con su hijo Álvaro”.
Se quedó callado unos segundos y siguió hablando: “Soy el cantante que más ha grabado con Reyes Vallenatos. Mire la lista: Miguel López, Nicolás Elías ‘Colacho’ Mendoza, Raúl ‘El Chiche’ Martínez, Gonzalo ‘El Cocha’ Molina, Álvaro López, Fernando Rangel, Julián Rojas y Cristian Camilo Peña”.
Para rematar sobre este tema festivalero, manifestó que también grabó con el rey de la canción inédita vallenata, Emiliano Zuleta Díaz.
De un momento a otro fue uniendo recuerdos y señaló que Juancho Rois no pudo alzarse con la corona del Festival Vallenato en el año 1991, pero su aporte fue grandioso y hoy al lado de Luis Enrique Martínez, tiene su propia escuela.
Al otro lado de la línea volvió a quedarse callado, pero ese silencio fue valioso porque enseguida comenzó a nombrar varias de las canciones que grabó con el hijo de Juan Manuel ‘El negro’ Rois Fernández y Dalia Zúñiga Vega, el célebre acordeonero de San Juan del Cesar, La Guajira.
En ese orden fue diciendo: ’El dilema de mi vida’, ‘Mujer marchita’, ‘El cantante’, ‘Lloraré’, ‘Sanjuanerita’, ‘Ruiseñor de mi Valle’, ‘Nació mi poesía’, ‘Paisaje de sol’, ‘Lirio rojo’, ‘Un hombre solo’, ‘La gordita’, ‘Al otro lado del mar’, ‘Cuatro penas’, ‘Mentiras de las mujeres’, ‘El corazón del Valle’, ‘Calma mi melancolía’, ‘Dime por qué’, ‘La contra’, ‘El cariño de mi pueblo’ y ‘Amar es un deber’, entre otras.
Al nombrar esas 20 canciones y cuando no se esperaba preguntó. ¿Cómo le parecen, aunque se me quedaron muchas por nombrar?
En ese compendio de canciones se encierra la alegría y el sentimiento que desde las notas de Juancho Rois y la voz de Jorge Oñate, hicieron posible que el mundo vallenato girara cantando.
Al responder su pregunta anotó. “Yo conservo del vallenato su cadencia, su poesía y no me salgo de ese estilo. No pierdo mi identidad musical porque antes de salirme es mejor retirarme. Por eso donde voy defiendo a capa y espada el Festival Vallenato. Es el festival de mi corazón y he sido su mejor hijo”.
Momento difícil
Cuando se le indagó sobre haber superado paulatinamente sus problemas de salud y seguir en la batalla musical expresó. “Gracias a Dios he llegado a esta instancia por mi disciplina y al amor que le he tenido a mi arte, a mi vocación musical y porque quiero mi música vallenata. Cuando nací el vallenato no era comercial, de pronto se volvió comercial, pero manteniendo sus raíces. Yo no me salgo de la autenticidad del vallenato y de la originalidad. Así me mantendré hasta el final de mis días”.
Sobre los momentos difíciles que vive el mundo Jorge Oñate anota. “Dios es el que dispone y es un llamado que nos hace para tomar el camino correcto. Que seamos obedientes y que no nos desviemos. Es una nueva ocasión para replantear nuestras vidas y ser fieles a Dios. Excelente y de mucha fe fue escuchar las bellas palabras del Papa Francisco”.
De inmediato indicó que todo tenía su tiempo. “He venido siguiendo todo a través de los medios de comunicación y también estoy en casa. Desde acá les mandó un abrazo y una oración. Estemos agarrados de la mano de Dios, y por favor vamos a estar en casa porque es un momento difícil, no es un juego. Se los digo de corazón”.
Jorge Oñate está mucho mejor, con un ánimo extraordinario y con grandes deseos de regresar en el tiempo oportuno a sus presentaciones para seguir regalando su voz, dejando estelas de alegrías y nostalgias en ese trasegar por los caminos del folclor donde se encontró con esos hombres que le componían a la vida, al amor, a la naturaleza, a los amigos, y que él se encargó de llevar a la pasta sonora.
También señaló que el homenaje en el 53° Festival de la Leyenda Vallenata lo recibirá cuando Dios disponga. “Él, es el que puede, sin él somos nada”.
A su lado permanece Nancy Zuleta, ‘La patrona’, cuidando al esposo amado, al padre bueno, al abuelo querendón, al amigo inigualable y al artista entregado a su arte.
Al final en medio de las felicitaciones por su cumpleaños hubo tiempo para recordar una de las “Oñatadas”, sonriendo por las ocurrencias de sus amigos y seguidores.
En cierta ocasión le preguntaron al artista natural de La Paz, Cesar, sobre los tres mejores cantantes de la música vallenata y respondió sin pensarlo: “Eso es fácil. Jorge Oñate, ‘El Jilguero de América’ y ‘El Ruiseñor del Cesar’. Para que más”.
Y eso que le faltó ‘El Invencible’, ‘El más fuerte’ y ‘La leyenda’…