Sucedió una vez, durante unos diálogos para lograr la deposición de las armas de un grupo violento, para alcanzar un proceso de paz y el fin del conflicto con una guerrilla que venía adelantando incursiones violentas y terroristas por más de 50 años que los líderes políticos decidieron polarizar el país y dividirlo entre los ideales de izquierda y derecha.
Esta diferencia y rivalidad llego a su clímax en las elecciones para escoger el futuro gobernante del país, se vendió la idea a sus habitantes que escoger una fuerza política era patrocinar el incremento de la guerra, por el contrario, votar por la otra opción era llevar al país a la hecatombe económica, social y administrativa.
Se utilizó como estrategia de campaña infundir miedo, inculcarle al pueblo terrorismo mediático, que se vendrían expropiaciones, totalitarismo, impunidad y por el contrario con la otra opción llegaría el resurgir de la patria, no incrementarían los impuestos, elevarían los salarios a la clase trabajadora, garantizarían la seguridad, la confianza inversionista trayendo con esto bienestar, progreso y desarrollo para todos.
Pero vaya sorpresa, acabada la campaña y ejerciendo el mandato comienza a develarse las verdaderos planes y políticas del nuevo gobierno con la intención de incrementar las tarifas de energía de una región para garantizar un mejor servicio, sin importar que esta empresa tuvo que ser intervenida, se le pretende premiar y trasladar a los usuarios su mal manejo y deficiencias.
Demostrando su demagogia de campaña, anuncian aumento de impuestos a las personas naturales y su reducción a las empresas, incumpliendo su promesa de no subir los impuestos y golpeando de manera drástica los bolsillos de la clase media, retribuyendo a los grandes empresarios quienes financiaron su campaña por medio de la expropiación del bienestar y mejores condiciones de vida del pueblo.
Como si fuera poco se adorna el pastel de medias con la noticia que habrá más recortes de subsidios a sus conciudadanos, especialmente en cuanto al pago de pensiones y a los beneficios en el sector salud, sin tener en cuenta que el sistema pensional y de salud del país son de los más críticos, donde a las personas les he imposible pensionarse y donde a diario mueren por el pésimo sistema de salud.
Nos ilusionan con una renovación y cambios en la política, caso contrario en la primera decisión de importancia, salen 3 expresidentes demostrando su egocentrismo y poder, mediante una reunión envían un mensaje tajante al pueblo, los errores políticos del pasado no perdonan, seguiremos injiriendo en las decisiones trascendentales del país y somos los dueños de los partidos políticos.
El pueblo sumergido en su letargo, encandilado por la polarización no dimensiona la magnitud de las decisiones y acontecimientos presentados, por el contrario, con argumentos sesgados y sin base sólida las justifican, culpando al anterior gobierno
de las medidas tomadas, sin tener en cuenta que este gobernante nos planteó unas propuesta y puso a consideración un plan de gobierno, el cual lo obligaba a conocer de fondo la situación financiera, administrativa, social y política del país, para poder proponer soluciones, de lo contrario nos llenó de falacias, haciendo creer que en su gobierno nos convertiría en el país de las maravillas; Dios permita y despertemos algún día aliviados, comprendiendo que solo fue una terrible pesadilla.