En buena parte de los municipios del departamento del Cesar y La Guajira realizan festivales vallenatos o eventos que llaman culturales y que en muchos casos de cultura no tienen nada, fiestas patronales y diversas maneras de esparcimiento y jolgorio para la comunidad, lo cual per se no está mal.
Las tradiciones folclóricas y religiosas que imperan en poblaciones de casi todo el Caribe colombiano se encuentran tan arraigadas y son tan queridas por la comunidad, que en muchos casos prefieren sus fiestas que obras de infraestructura o la buena prestación de servicios públicos.
Cuando usted va a la fiesta o festival de cualquier municipio o corregimiento de esta región se encuentra con verdaderas rumbas de 3 o 4 días, con 2 ó 3 artistas por día, cuya tarifa de presentación no se baja de cincuenta millones de pesos cada uno, saque cuentas cuánto puede costar un evento de estos.
De estas fiestas se realizan hasta dos por año en cada población, llámese cabecera municipal o corregimientos y uno se pregunta ¿De dónde sale la plata?
He consultado a autoridades, gestores culturales e incluso a los mismos artistas sobre de dónde salen los recursos para pagar el grueso de los gastos de estos eventos y me he encontrado con algunas perlas como estas:
Un gestor cultural me dijo: “Los recursos con los que se pagan los músicos que se contratan en los festivales y fiestas patronales de los municipios provienen del rubro de la cultura en el presupuesto de las administraciones municipales”, a lo cual le agregué: “Si es así, yo creo que se le está dando un destino equivocado a esa plata, eso debería revisarse por los organismos de control”.
Hablé con un exalcalde municipal y me dijo: “Para contratar los músicos que se incluyen en las parrillas de los eventos como fiestas patronales y festivales vallenatos de corregimientos y municipios se hacen muchos malabares por parte de los alcaldes, en ocasiones el conjunto lo dona un contratista, en otras oportunidades se le quitan recursos a otros rubros y de a poquito se reúne la plata para pagar los artistas, hay veces que hasta alcaldes de otros municipios nos regalan la presentación de un artista”. Le hice entonces el siguiente comentario: “Es decir que son muchas las gestiones que debe hacer un alcalde para mantener contentas a las poblaciones llevándoles artistas de calidad en sus fiestas patronales y festivales. ¿Qué pasaría si en vez de hacer gestiones para eso, los alcaldes se dedicaran a gestionar más bien recursos para enfrentar las situaciones problemáticas como las necesidades básicas insatisfechas, mejor prestación de servicios públicos, obras para mejorar la calidad de vida de las poblaciones, etc, etc.”?
Un artista me dijo: “Yo no sé, ni me importa de dónde sacan los alcaldes la plata para pagarnos las presentaciones, lo que sí sé es que las alcaldías municipales son hoy en día nuestros principales clientes, por eso nuestros mejores saludos en las grabaciones son para los alcaldes y sus candidatos favoritos”.
Colofón: Esta absolutamente claro que buena parte de los miles de millones de pesos con que se contratan a los artistas para tocar en las plazas y parques de las poblaciones de nuestros departamentos se pagan con dineros públicos, así estos pasen por muchos recovecos antes de llegar a sus destinatarios; es decir, nuestros gobernantes se dan sus mañas para continuar dándole al pueblo lo que pide: Pan y circo.