Declaran calamidad pública en Sucre por invierno

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El Gobernador de Sucre, Héctor Olimpo Espinosa, declaró la calamidad pública en los 26 municipios que conforman el departamento, para hacerle frente a la nueva temporada de lluvias,

Con el decreto Nº 0469, la administración departamental busca hacerle frente a las nuevas emergencias que se puedan presentar por lluvias, inundaciones y vientos fuertes.

De esta manera, queda modificado el decreto Nº 0343 expedido el 18 de julio del 2022 y mediante el cual se prorroga la declaratoria de calamidad pública establecida en el decreto Nº 0037 del 18 de enero de 2022.

La primera temporada de lluvias influenciada por el fenómeno de La Niña dejó 30.079 familias damnificada en La Mojana y El San Jorge.

En esta nueva arremetida ya se han presentado afectaciones en las subregión de los  Montes de María en los municipios de: Toluviejo, Colosó y Ovejas.

En el Golfo de Morrosquillo hay afectaciones en San Onofre, Santiago de Tolú y Coveñas y en la Sabana en  el Roble, Sincé, Buenavista y Corozal.

Las lluvias intensan siguen golpeando con mayor fuerza poblaciones como Majagual, Guaranda y Sucre Sucre, San Benito, Caimito y San Marcos.

Espinosa expresó su preocupación ante el recrudecimiento de la ola invernal en su Departamento.

“Estoy muy preocupado por lo que será está ola invernal, debemos alistarnos y por ello se hace necesario este plan de acción, mapas de riesgos, estrategia comunicativa y todo lo que tiene ver con obras de mitigación. Debemos estar preparados para lo que se viene”, declaró.

El mandatario citó los pronósticos del Ideam según los cuales, en dos o tres semana los niveles del agua por la temporada de lluvias estarán por encima de los que se vivieron en el 2010.

El mandatario pidió a los alcaldes de los 26 municipios tener activos los planes de acción específicos.

Arnaldo Vergara Albis, director de la Unidad Departamental para la Gestión del Riesgo de Desastres, declaró que la llegada de la segunda  temporada de lluvias ha ocasionado inundaciones lentas y súbitas, casas destechadas, deterioro en la infraestructura de colegios, en las vías terrestres y acuáticas, perdida de cultivos y desplazamiento de damnificados.


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