El pasado 11 de septiembre de 2018 la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) abrió el Caso 04, el cual prioriza la situación territorial a partir de hechos del conflicto armado ocurridos en la región de Urabá en los departamentos de Antioquia y Chocó, específicamente en los municipios de Turbo, Apartadó, Carepa, Chigorodó, Mutatá y Dabeiba (Antioquia) y El Carmen del Darién, Riosucio, Unguía y Acandí (Chocó), presuntamente cometidos por miembros de las Farc-EP y de la Fuerza Pública entre el 1 de enero de 1986 y con anterioridad al 1 de diciembre de 2016.
En lo que se ha adelantado desde la Jurisdicción se ha podido identificar que en este marco de tiempo fueron cometidos delitos en relación con desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales, homicidios, masacres, delitos contra la libertad e integridad sexual, lesiones personales, tortura o tratos crueles, inhumanos y degradantes, detenciones arbitrarias y prolongadas, trabajo forzoso, allanamientos, amenazas a la vida, a la integridad y a la seguridad personal, desplazamiento forzado y reclutamiento de niños, niñas y adolescentes.
Frente a los presuntos responsables de estos hechos se relaciona a los miembros del Bloque José María Córdoba de las Farc– EP con sus frentes 5, 34 y 57 y sus respectivas unidades móviles; así como la Brigada XVII del Ejército Nacional. De esta forma, a la fecha, se han acreditado 35.210 víctimas y se han ha vinculado a 249 comparecientes de la fuerza pública, 146 ex miembros de las Farc- EP y un tercero civil. De estos con 41 personas se han realizado, desde el pasado 21 de noviembre de 2019 y hasta la fecha, 48 diligencias de versión voluntaria.
Hay que señalar que en septiembre de 2005 la Sala de Reconocimiento identificó que quienes estuvieron en escenarios de mayor vulnerabilidad en el periodo determinado fueron “los líderes de la Unión Patriótica (UP) en el Urabá antioqueño, los pueblos indígenas Embera-Katío, Embera Chamí y Tule o Kuna afectados por el conflicto armado en el Darién chocoano, los pueblos afrocolombianos organizados a través de los consejos comunitarios afrocolombianos en sus territorios colectivos, entre ellos los de las cuencas de los ríos Jiguamiandó, Curvaradó y Cacarica, comunidades campesinas, entre ellas la Comunidad de Paz de San José de Apartadó, activistas sindicales, de organizaciones sociales y de víctimas”.
Sobre Plazas Acevedo hay varios hechos que dejan ver el talante criminal del exmilitar. Por un lado, desde el 31 de julio de 2014 fue vinculado formalmente a la investigación por el homicidio de Jaime Garzón ocurrida en 1999, pues se conoce que fue el militar que aportó la inteligencia para ejecutar el asesinato del humorista. También está investigado por la masacre de Mapiripán (1997) y por los asesinatos de los investigadores Mario Calderón y su esposa, Elsa Alvarado, del Centro de Investigación y Educación Popular (Cinep). Imagen: Pares.
Adicionalmente, la misma dependencia halló que había diferentes hitos históricos para la priorización entre los que están la Operación Génesis llevada a cabo por la fuerza pública, la política de Seguridad Democrática del Gobierno Nacional del momento (Álvaro Uribe Vélez), el proceso de Justicia y Paz con las AUC, además del surgimiento de bandas criminales y de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC).
Vale la pena resaltar que la Jurisdicción ha identificado hasta el momento, alrededor de 1.000 hechos prohibidos por el derecho internacional de los derechos humanos y el Derecho Internacional Humanitario. Adicionalmente, según la Unidad para las Víctimas, de los 747.340 habitantes del Urabá, 504.933 han declarado ser víctimas del conflicto armado.
El presente del Caso 04
Recientemente se informó desde la JEP s que a través de la Sala de Reconocimiento de Verdad, de Responsabilidad y de Determinación de los Hechos y Conductas se habían programado dos fechas para las diligencias de versión de los comparecientes de la Fuerza Pública Jorge Eliécer Plazas Acevedo y Rito Alejo de Río Rojas.
Para el primero se estableció que será el próximo 10 de diciembre de 2020, a las 8 a.m. Se espera que lo que diga pueda ser de utilidad para establecer su responsabilidad y la de la Brigada 17 del Ejército Nacional en lo ocurrido en el Urabá durante los años de conflicto armado que se investigan, adicionalmente que sus aportes sean precisos y consistentes con su compromiso de “contribuir a la construcción de la verdad”.
En relación con Rito Alejo de Río Rojas se fijó que la fecha será el 11 de diciembre a las 8 a.m., como se comunicó desde la Jurisdicción esta diligencia “se considera determinante que el compareciente Rito Alejo del Río contribuya, de viva voz, a la construcción de verdad para avanzar en la investigación de los hechos victimizantes ocurridos en 10 municipios bajo jurisdicción de la Brigada XVII.
Además, de todos los presuntos responsables de las conductas que fueron cometidas por fuera de los territorios priorizados por el Caso 04, pero cuyos actos preparatorios fueron ejecutados en el seno de los territorios priorizados y/o por comparecientes adscritos a unidades militares con jurisdicción en dichos territorios. También, la Sala ha considerado la importancia de que el general (r) Rito Alejo del Río presente propuestas concretas de justicia restaurativa para el acercamiento a las víctimas y la construcción de paz estable y duradera”.
¿Quiénes son Jorge Eliécer Plazas y Rito Alejo del Río?
Sobre Plazas Acevedo hay varios hechos que dejan ver el talante criminal del exmilitar. Por un lado, desde el 31 de julio de 2014 fue vinculado formalmente a la investigación por el homicidio de Jaime Garzón ocurrida en 1999, pues se conoce que fue el militar que aportó la inteligencia para ejecutar el asesinato del humorista. También está investigado por la masacre de Mapiripán (1997) y por los asesinatos de los investigadores Mario Calderón y su esposa, Elsa Alvarado, del Centro de Investigación y Educación Popular (Cinep).
Adicionalmente, hay que señalar que sus vínculos con paramilitares han sido establecido por medio de declaraciones que han dado Salvatore Mancuso, Raúl Hasbún, alias Pedro Bonito; Diego Fernando Murillo, alias Don Berna; y Fredy Rendón Herrera, alias El Alemán, quienes además pusieron en conocimiento que dentro de los grupos paramilitares el entonces militar era conocido bajo el alias de ‘Don Diego’.
Sobre Plazas también hay que señalar que en 2001 fue capturado, entre otras cosas, por el asesinato del empresario israelí Benjamín Khoudari, pero el 25 de julio de 2003, apenas dos semanas después de que el Tribunal Superior de Bogotá le confirmara la sentencia a 40 años de prisión, se fugó de las instalaciones de la Escuela de Artillería. Su recaptura se dio 11 años después, recaptura se dio 11 años después, en julio 2014, en San Martín (Meta).
Asimismo, respecto a sus implicaciones en el Urabá hay que nombrar que Plazas Acevedo llegó a la región a la Brigada XVII del Ejército, con sede en Carepa (Antioquia), en calidad de jefe de inteligencia del B2, desde donde habría carnetizado a integrantes de las autodefensas para hacerlos pasar como miembros del B2 del Ejército.
Estando allí, en febrero de 1997, participó en la Operación Génesis ejecutada por tropas especiales de esa guarnición militar contra supuestas posiciones de la guerrilla de las Farc en el Urabá chocoano, la cual fue adelantada de manera conjunta con hombres de las Autodefensas Campesinas de Córdoba de Urabá (Accu). Allí los afectados/as fueron las personas de este punto del país, pues fue asesinado el campesino Marino López, y se registró uno de los desplazamientos más graves del conflicto armado: casi 4000 personas tuvieron que dejar sus territorios por los constantes bombardeos que se dieron en la zona.
Freddy Rendón Herrera, alias ‘El Alemán’, jefe del bloque Élmer Cárdenas, durante el proceso de Justicia y Paz contó que previo a la operación miembros de las Accu habían tenido un reunión con el militar, en la que se definieron los planes para llevar a cabo la Operación, y, además, donde se quedó en que los paramilitares quedaban a la orden de Plazas Acevedo.
Hay que nombrar que además de esto, el abandono de las tierras de donde la gente tuvo que salir, también produjo uno de los procesos de despojos que más beneficios trajeron a terceros y paramilitares, pues en la zona se adelantó un ambicioso proyecto de siembra de palma de aceite.
Sobre Del Río Rojas hay que señalar que por la Operación Génesis en la que fue asesinado el campesino Marino López, el 24 de agosto de 2012, fue condenado a 25 años de cárcel el exgeneral, quien en ese momento era comandante en esa época de la Brigada 17, es decir, superior jerárquico de Plazas Acevedo lo que pone sobre la mesa que en la mayoría de hechos nombrados anteriormente hubo una estrecha relación entre los dos exmilitares. Imagen: Pares.
Aunque se podrían seguir señalando implicaciones de Plazas Acevedo, vale la pena concluir con que el pasado 2 de agosto de 2018 el exmilitar firmó su acta de compromiso con la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). Allí, y tras haber solicitado el ente ordenara su libertad transitoria, condicionada y anticipada en noviembre de 2019, la Sala de Definición de Definición de Situaciones Jurídicas de la JEP determinó no aceptar dicha solicitud y además se comunicó que:
“Plazas Acevedo no ha honrado el principio de construcción de confianza y el respeto por la dignidad de las víctimas, los cuales rigen esta justicia transicional. Se ha limitado a presentarse él mismo como víctima y a sostener que sus investigaciones y/o condenas en la justicia ordinaria habían surgido debido a la existencia de funcionarios corruptos acerca de quienes él estaría en condición de brindar información, reduciendo su aporte a esa circunstancia, lo que aparte de revictimizar a quienes sufrieron tales crímenes y no honrar el principio de centralidad de las víctimas, desconoce el nutrido acervo probatorio que obra en el expediente”.
Sobre Del Río Rojas hay que señalar que por la Operación Génesis en la que fue asesinado el campesino Marino López, el 24 de agosto de 2012, fue condenado a 25 años de cárcel el exgeneral, quien en ese momento era comandante en esa época de la Brigada 17, es decir, superior jerárquico de Plazas Acevedo lo que pone sobre la mesa que en la mayoría de hechos nombrados anteriormente hubo una estrecha relación entre los dos exmilitares.
Asimismo, Del Río está relacionado, como Plazas Acevedo, en la masacre de Mapiripán (Meta) y el asesinato de Jaime Garzón. Además, Rito Alejo del Río siendo comandante de la Brigada XVIII de Antioquia en 1995, se convirtió en uno de los principales aliados del entonces gobernador del departamento, Álvaro Uribe Vélez en la ofensiva militar contra los grupos guerrilleros, que se convirtió por años en la bandera política del expresidente.
Todavía no se ha asumido judicialmente todos los hechos en los que se vieron implicados estos exmilitares, sin embargo el paso dado en la JEP es un hecho importante para buscar que se conozca lo ocurrido en el Urabá y que se establezca quiénes fueron los responsables de lo ocurrido en la región, quiénes dieron las órdenes y con qué fines se cometieron cada uno de los hechos victimizantes. Se espera que ahora Plazas Acevedo y Del Río Rojas cumplan con sus compromisos y digan ante la JEP declaraciones que realmente aporten al esclarecimiento de los hechos y a la construcción de justicia y reparación.