Consternada se encuentra la comunidad educativa del Colegio La Salle Cartagena tras conocerse la denuncia de una mujer sobre la agresión física y verbal de la que habría sido víctima su hijo de 5 años por parte de una profesora de dicha institución.
La madre del menor, contó que decidió ingresar a su hijo en 2023 al Colegio La Salle Cartagena para que iniciara su educación preescolar. En ese año cursó prejardín y en 2024 hizo el jardín.
Fue a finales del año pasado cuando sospechó que algo no iba bien con el trato que estaba recibiendo su hijo en el colegio, por lo que decidió retirarlo.
“Al finalizar el año pasado (2024) nos llegaron comentarios que decían que la profesora Sirly trataba mal a los niños, que era brusca con ellos y los gritaba mucho”, relató Carolina Martínez, al diario El Universal.
Sin embargo, en ese momento se trataba de un rumor y tampoco sabía si su hijo estaba entre los niños que la profesora supuestamente trataba mal, aseguró la mujer.
De todas maneras optó por matricular a su hijo en otra institución educativa, sin tener pruebas de que el niño estaba sufriendo algún tipo de agresión en el Colegio La Salle Cartagena.
Pero poco tiempo tuvo que pasar para que llegaran a ella unas fotografías que mostraban a su hijo amarrado al pupitre, evidencia del maltrato por parte de la profesora.
“La profesora Sirly, para evitar que mi hijo se levantara del pupitre, decidió amarrarlo entre el asiento y la silla para que no se moviera”, dijo la madre del niño.
También se enteró, gracias a otros estudiantes, que la docente presuntamente gritaba a su hijo y lo “sacudía” tomándolo por los hombros.
La mujer denunció esta situación, asegurando que el rector y la coordinadora del programa tenían conocimiento de estos maltratos y no hicieron nada.
Ante la denuncia, el secretario de Educación, Alberto Martínez, indicó que ha ordenado a la Oficina de Inspección y Vigilancia una investigación sobre el caso “para confirmar si realmente ocurrió lo que se ha señalado en redes sociales y, en ese caso, si fue una práctica promovida por la institución o por uno de sus profesores”.
Agregó que “estas prácticas no son ni permitidas ni toleradas por este gobierno, que, por el contrario, está siendo muy riguroso con los manuales de convivencia en todas las escuelas”.