Deporte, Política y Juegos Panamericanos 2027- Por: Alfonso Camerano Fuentes

Compartir

En Barranquilla conocíamos a “Panam” desde finales de los años 60 y corrido los 70, no por la de ahora, que nació en el 2017, sino por un calzado del sector popular de bajo costo, por el material plástico que lo formaba, resultado de una sola inyección, con formas y brillo al estrenar, *pero portador de una pecueca disociadora, * igual a la de los amaestrados editores y articulistas del discurso anti Petrista, que hacen fiesta en periódicos nacionales y regionales.

Esta “Panam” de hoy, con el apellido “Sport Awards”, promotora de los Juegos Panamericanos, resulta ser un ente distinto, una desviación mercantil de la *Organización Deportiva Panamericana,* creada en 1948, reconocida por el Comité Olímpico Internacional, que ha tenido su sede tradicional en Ciudad de Méjico; ahora, a partir de esta nueva marca, “Panam Sport Awards”, y de la presidencia de un señor que tiene nombre de insecticida, Neven Ilic, desde 2017, establecida en Miami y Santiago de Chile, como una agencia público privada, que promueve los Juegos Panamericanos, y le habla en voz alta, con amenaza de quitarles la sede a los estados nacionales que quieren apuntarse, para abrirle la puerta a”quien da más”, “quién da más”, como cualquier remate o martillo.

El asunto de los Juegos Panamericanos en Barranquilla le cayó como anillo al dedo a la jauría anti-Petrista, no porque estén interesados en que Barranquilla corone el espectáculo deportivo, no es, al contrario, por verlo enterrar. Así es su inquina perversa.

Para ellos, ahítos de desquite, sería un gana-gana, que los juegos se perdieran para Barranquilla, es lo que menos les importa, los juegos, y hasta un bledo, Barranquilla; están interesados en afianzar distancias entre Petro y Char.

Les produce reconcoma que se hagan los Juegos en medio de un acuerdo Nación-Distrito, revolcándose en la arena cuando conocieron la declaración de Alex Char, admitiendo el esfuerzo del presidente Gustavo Petro por salvar los Juegos Panamericanos, dispuesto a pagarle a “Panam Sport Award” la suma de US 8’ millones de dólares, ahora en enero de 2024, y el resto, otro pocotón, más adelante.

La derecha agitada sabe que, si Petro se entiende en este trance con Char, ganan ambos, pero más gana Barranquilla, plaza deportista y libertaria, siempre irreverente, en el pasado, anti-Nuñista, Gaitanista, Anapista, y en estos cuatrienios, Charista y Petrista, nunca de la derecha, que los odia a ambos, por distintas razones, convirtiendo este melodrama de los Juegos, en una puja por ganarle la partida a Petro, presionando a Char, así se tiren los juegos, que es lo que menos les interesa a esta avivata tropa derechista.

Con tal que puedan joder a Petro y a su gobierno, les importa un higo pisarle la cabeza a Char, a quien presionan con artículos de columnistas a sueldo, al servicio de la derecha rabiosa, capaces de pagar a los paraguayos de Asunción, para quitarle la sede a Barranquilla.

Los Juegos Panamericanos solo pueden salvarlos la comunión de intereses de los dos gobernantes, Petro y Char, contando con la voluntad del líder de “Panam Sport Award”, Neven Ilic, si es que no se suma a la gallada derechista latinoamericana, y si está dispuesto a apartarse del tipo descrito en la obra de Shakespeare, “El Mercader de Venecia”, decidiéndose por aceptar la oferta del gobierno central colombiano, que socorre al distrito de Barranquilla, enculebrado hasta la próxima generación, asegurando la cuota de US.8’ millones de dólares, antes de fin de mes.

La historia enseña que fue el presidente Conservador Belisario Betancur, quien se opuso a realizar el Mundial de Fútbol de 1986 y que fue con Duque que se tiró el Torneo de la Copa América de Fútbol; para eso, estos agitadores de prensa genuflexa, no incitaron la guachafita ni el bochinche alzado del volumen, que hoy le imprimen a este episodio que todavía vislumbra una luz de revertirse.

Hasta ahora ni Petro ni las ministras que llevan del bulto, Urrutia y Astrid, han afirmado que se oponen a la realización de los Juegos Panamericanos, por el contrario, le han escrito al chileno a Neven Ilic, que deje el agite, y la grosería de venderle los juegos al mejor postor en Asunción, Paraguay, eso marcaría un principio del fin de los Juegos Panamericanos, vestido del color político de quienes aúllan para que eso ocurra empezando por los locales viudos del poder.

Barranquilla, Colombia, señor Neven Ilic, podría marcar un antes y un después de los Juegos Panamericanos, no se anticipe jugándole a la derecha, porque la pista es más ancha y ajena, como dijo Ciro Alegría…

 


Compartir