Por: María Elena Macea
Un grupo de comerciantes de licores, propietarios y empleados de bares, billares y discotecas, realizaron un plantón frente a la sede de la Alcaldía de Valledupar para exigir la reapertura de sus establecimientos, ya que tienen siete meses cerrados a causa de la pandemia y se han declarado en quiebra.
Apostados en la Plaza Alfonso López permanecieron por varias horas, con pancartas, arengas, pitos y megáfono, pidieron a viva voz la intervención de la Administración municipal en la situación que atraviesan.
Desde que se decretó la reactivación económica el 1º de octubre, este sector ha sido ignorado por las autoridades y con ello ha proliferado la informalidad, la ilegalidad y locales que hasta están funcionando en casas de familia sin ningún tipo de control.
Alexander Barrionuevo, presidente de la Asociación de Comerciantes de Bebidas, Licores y Entretenimiento de Valledupar, dijo que la jornada consistió en un plantón frente a la sede de la Alcaldía de Valledupar, para llamar la atención de las autoridades y buscar alternativas para ayudar este sector de la economía, que ha sido tan golpeado por la pandemia en los últimos siete meses.
“Son más de 400 locales afectados entre bares, discotecas y billares en la ciudad, donde además muchas personas han quedado sin empleo y sin posibilidad de llevar el sustento a sus familias”, dijo.
Destacó el representante del gremio, que con esta negativa de la Alcaldía en permitir la reapertura de los locales, se ha incentivado la informalidad en los barrios, en residencias que en sus patios ofrecen servicios de entretenimiento sin medidas de bioseguridad. “Si la Alcaldía nos autoriza trabajar, nos comprometemos a implementar los protocolos contra el Covid-19 y hasta capacitarnos a través de la Cámara de Comercio. Nos habían prometido la autorización para el 15 de octubre y a la fecha no se ha hecho ningún acercamiento”, afirmó.
A la protesta, asistió una comisión de la Asociación de Comerciantes de Licores de La Jagua de Ibirico (Ascolijagua), la cual está ofreciendo apoyo al gremio vallenato y proponiendo un frente en común en el Cesar para exigir la reapertura del sector en todo el departamento.
José Amín Hernández, miembro de Ascolijagua, manifestó que el gremio está en una situación de quiebra, además de la preocupación que genera la informalidad que se está generando en todos los municipios. “Pedimos a las autoridades que nos dejen trabajar, estamos dispuestos a someternos a todos los controles, y a la vez aplicar los protocolos de bioseguridad para mitigar el Covid-19”.
La manifestación pacífica culminó con una reunión con el secretario de Gobierno Municipal, Luis Galvis, y una comisión del gremio de licoreros, quien acordaron implementar a partir de hoy una mesa de trabajo para iniciar con planes pilotos de reapertura a partir del 1º de noviembre.