Este diciembre se cumplirán tres años desde que la Unesco declaró al vallenato como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en Necesidad Urgente de Salvaguardia, y la tarea de proteger la tradición aún no se consolidad.
En el marco de esa declaratoria surgió el Plan Especial de Salvaguardia, PES, que continua socializándose en todos los lugares de la región donde es necesario. Escenarios como la celebración de los dos años del Festival del Plátano, Río y Mar, en Dibulla, La Guajira.
En medio de esa celebración se trataron temas para trabajar en la recuperación del vallenato tradicional, en la necesidad de organizar y articular los festivales y mantener la tradición de que en esos festivales siempre este presente los cuatros aires de este género que son la pulla, son , merengue y paseo.
Se contó con la participación de Lira y Lola Isabel Huertas Lario, hijas del cantautor y guitarrista guajiro de música vallenata, Carlos Huertas Gómez, quienes fueron las invitadas especiales para conmemorar la memoria e historia del artista, además hizo acto de presencia el director de Cultura de Riohacha, oriundo de Dibulla, Giovannis Rivadeneira Ramírez y con un número significativo de asistentes entre amantes de la música vallenata y compositores locales.
El principal objetivo de este conversatorio fue dejar la propuesta de crear la escuela de formación permanente en música vallenata y el museo Carlos Huertas Gómez en el municipio de Dibulla, donde las hijas del cantautor se comprometieron en donar algunas de las pertenencias que usaba el ‘Cantor de Fonseca’, entre ellas está la guitarra con la que compuso sus mejores éxitos.
El conversatorio estuvo dirigido por Mario Alfonso Puello y Carlos Yesit Lisarazo, periodistas y gestores culturales que han venido trabajando para el PES en todo lo relacionado al rescate de las tradiciones de la música vallenata, todo esto con el apoyo del comité folclórico de la fundación del festival cultural del plátano, bajo la dirección de su coordinador, Roberto Murgas.