Estamos transitando —probablemente— por el camino de un falso positivo en el Caso de Gloria Estrada. Luego de más de un mes desde el operativo policivo del pasado 14 de enero que terminó con la captura de la presidenta del concejo del Distrito de Cartagena, Gloria Estrada Benavides, promete revelar hechos sin precedentes que refleja la degradación del ejercicio de la política en la Costa Norte de Colombia. Con estas nuevas revelaciones que antecedieron al operativo y las irregularidades que cometió la policía no buscamos construir un iter criminis. Pero confirmarían la teoría según la cual terceros quieren incriminarla para sacarla de la actividad política.
En esta entrega analizaremos dos elementos que conducirían a la teoría del complot que expusimos desde el comienzo. Ello presupone responder una pregunta madre que surge de la hipótesis. ¿Quién o quiénes tendrían los motivos suficientes para acometer dicha acción?
Los encartados
Aparentemente el operativo policivo, realizado por tres agentes de la policía nacional en un retén fantasma ubicado a la entrada de Manga al final del Puente Román, presenta como sospechosos de tráfico de estupefacientes a la presidenta del concejo Gloria Estrada Benavidez, su pareja sentimental Martín Barreto de la Hoz y a un amigo de éste, Avelino Villamizar. Así se presentó ante los medios de comunicación.
Todo indica que la acción iba dirigida a la presidenta del concejo que solo tenía 10 días de estar despachando con esa investidura. La forma cómo se produjo el operativo lo explica claramente.
No obstante, como ya se dijo, ninguno de los implicados tiene antecedentes policivos o judiciales sobre tráfico de estupefacientes. Aunque Barreto y Villamizar tienen poses de traquetos de nueva ola, nada indicaría que se encuentran en esas vueltas raras.
¿Por qué Barreto y Villamizar tienen poses de traqueto de nueva ola? Barreto suele usar ropa de marca, cadenas, armas con salvoconducto, carros de alta gama. ¿Qué mensaje está transmitiendo con este estilo de vida? Todo indica que es inversionista, prestamista y financista de contratistas del Estado. Es un negocio que da más plata que el narcotráfico, al decir del exsenador Luis Carlos Martínez Sinisterra, quien fue condenado por enriquecimiento ilícito, nexos con el narcotráfico y el paramilitarismo.
¿Narcotráfico?
Si Gloria Estrada no tiene vínculo con el narcotráfico ¿lo tendrá Barreto? Hasta dónde investigué, su actividad principal no es el narcotráfico ni la bacteriología. Tampoco el dinero que tiene procede de una herencia. No. Su principal ingreso es prestarles dinero a los contratistas del Estado.
Por otro lado, de Barreto podríamos decir que sus ingresos pudieron incrementarse exponencialmente a través de los negocios realizados con los contratistas de la localidad No 3. Así como el edil Pedro Aponte ha hecho con los de la localidad No 2. Cada uno de ellos podría tener un ingreso superior a $4 mil millones anuales. Se dice que Barreto presta el dinero para la ejecución del contrato y recibe a cambio, por lo menos, el 20 o el 30%. Si el presupuesto de la localidad llega a $14 mil millones ¿cuánto les podrían quedar a los financistas?
La elección de Gloria Estrada prometía un duro control político al alcalde de Cartagena, William Dau Chamat y, en especial, a la alcaldía de localidad No 2, cuyo titular es Andy Reales. Este funcionario fue suspendido por el contralor distrital Rafael Castillo Fortich por una serie de irregularidades en la ejecución del presupuesto. La elección de Castillo se dio gracias a la coalición liderada por Estrada Benavides.
De tal manera que el concepto de Martínez Sinisterra es válido si analizamos el ingreso de cada uno de los financistas políticos y de sus contratistas. Los inversionistas de la política se enriquecen tan rápido como los narcotraficantes. ¿Cuál de estos dos enriquecimientos es más grave?
El camino de un falso positivo
Por esa razón, la teoría del complot cobra mayor fuerza. Sobre esto hay dos elementos que debemos tener en cuenta para definir los caminos que nos pueden conducir al esclarecimiento de este hecho criminal. La autoría material y la autoría intelectual. Según los expertos, para incriminar a alguien de un delito que no cometió, necesariamente surge de la mente de quien lo concibió. ¿Qué lo motivó para concebir esa idea? Empecemos por la primera. Las circunstancias, modo y forma de cómo acontecieron los hechos, despeja el camino de un falso positivo. Esto, a su vez, nos conduciría a los autores intelectuales y a los determinadores del delito.
En primer lugar, los autores materiales del presunto complot. ¿Quién o quiénes, desde la parte trasera, pudieron colocar el kilo de cocaína debajo del sillón del conductor? En segundo lugar, la autoría intelectual. ¿Quién diseñó y financió el complot?
Frente a esos dos interrogantes, existen otros interrogantes subyacentes que parcialmente despejaremos en este segundo informe. No se trata de que jugar a lo Agatha Christie, la escritora de hechos policíacos más leída de los años 70. No. Proponemos una narrativa que construya teorías, incluso, a contrapelo del informe oficial.
Los autores materiales
¿Quiénes serían los autores de este hecho que marca el camino de un falso positivo? En esta oportunidad nos detendremos en el primer interrogante, la autoría material. Para la próxima entrega hablaremos sobre la autoría intelectual.
Sobre la autoría material, en nuestra investigación periodística podríamos contemplar la idea de dos sospechosos. A los dos quisimos entrevistar para darle el beneficio de la duda, pero no aceptaron dialogar con el periodista. Se trata de Mauro Martínez de la Puente, designado alcalde encargado de Barranco de Loba 2018. Y el agente que halló el kilo de cocaína, Alexander Salas.