El dominó social de Petro. Por: Bernardo Ramírez del Valle

Compartir

El dominó es un juego de mesa que inventaron los chinos por allá en el siglo trece, que se juega por “manos” o “rondas” con el objetivo de obtener la mayor puntuación previamente fijada. El jugador que gana una ronda y tiene más “pintas” –como decimos en el Caribe colombiano–, suma los puntos de las fichas de sus adversarios o de su pareja.

Metafóricamente podríamos afirmar que el dominó (de “dominus” = dominio) es un juego estratégico de poder político y económico, en el que las FICHAS representan el CAPITAL (recursos) y los JUGADORES el TRABAJO (fuerza laboral). Las fichas del capital deben ser combinadas y jugadas inteligente y estratégicamente por los jugadores para obtener la mayor ganancia y la supervivencia en el juego.

En las sociedades humanas, el CAPITAL y el TRABAJO (principales fuentes de riqueza) se encuentran representadas respectivamente en las FICHAS de dominó y en los JUGADORES. El doble blanco (“la pelá”) representa “cero capitales” y el doble seis todo el capital. Las fichas más bajas van desde el doble blanco al doble dos; las medias las del doble tres al doble cuatro y las altas las del doble cinco al doble seis. El trabajo (fuerza de trabajo) se encuentra representado en los jugadores. Generalmente, luego de ser revueltas de manera transparentes, sin trucos, las fichas de dominó quedan en manos de los jugadores por partes iguales (igualdad de oportunidades), más no por valores iguales (capital desigual), y depende de la capacidad del jugador (fuerza laboral) ganar o no con muchas o pocas pintas.

No obstante, en Colombia, por razones históricas, las fichas de su dominó social –que representan el Capital– han sido repartidas de manera anti-democrática, bien por los dueños del capital ora por el Estado, quedando los sectores más pobres de la sociedad (víctimas de la desnutrición infantil, el analfabetismo o poca y mala educación, la mala salud, etc.) con aquellas de menores denominaciones (del doble blanco al doble dos) y a las minorías privilegiadas las de mayores denominaciones (doble cinco al doble seis). En los sectores de ingresos medios quedan las combinaciones del doble tres al doble cuatro.

Lo anterior significa que, en un juego de dominó social, no importa cuántas fichas (Capital) tengan o no tengan los jugadores, sino que “la jugada” está en que a éstos se les asignen DEMOCRÁTICAMENTE (revolver sin trampas) y que tengan la CAPACIDAD humana para “pensarla” y obtener ganancias para una vida.

Es justamente, lo que el candidato GUSTAVO PETRO de la COLOMBIA HUMANA está proponiendo. Que un ESTADO imparcial, justo, transparente (sin corrupción), genere reglas de juego DEMOCRÁTICAS para que todos los jugadores del desigual e injusto DOMINÓ SOCIAL colombiano, puedan tener acceso, dentro de un CAPITALISMO con “ROSTRO HUMANO”, a las fichas del CAPITAL y todos puedan GANAR con equidad y garantizar su permanencia en el nada fácil juego de la supervivencia.

Por supuesto, para ello, es necesario que el Estado genere las CONDICIONES para que se desarrolle la FUERZA LABORAL del país, mediante una EDUCACIÓN UNIVERSAL, gratuita, pertinente y de calidad, no solo en los niveles básico, sino también en la SUPERIOR (técnica, tecnológica y universitaria). Se necesita una REFORMA LABORAL justa, equitativa entre el CAPITAL y la FUERZA LABORAL; una REFORMA A LA SALUD, que garantice este servicio como DERECHO y no como NEGOCIO; una REFORMA ECONÓMICA, que diversifique el aparato productivo colombiano y priorice el CAMPO y la INDUSTRIA como principales actividades económicas del país y no la especulación financiera y la extracción de fuentes energéticas fósiles que acaban con la vida.

Y como en todo juego de dominó, “la pensada” en la partida del 27 de mayo consiste es en que quienes siempre nos hemos acostado con “la pelá”, en esta ocasión sirva ella para “cerrar” el juego sucio de la DESIGUALDAD SOCIAL y la CORRUPCIÓN que históricamente ha mantenido en la ignorancia y la POBREZA a miles de colombianos. Por eso, este 27 de Mayo REVOLVAMOS EL DOMINÓ SOCIAL en COLOMBIA.


Compartir

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *