Entre el 12 y 15 de octubre, Ovejas, Sucre, vuelve a ser escenario del Festival de Gaitas que este 2018 cumple 34 años de existencia, con el principal objetivo de darle continuidad a la riqueza cultural de uno de los géneros musicales más llamativos de Colombia.
El alcalde de Ovejas, Mauricio García Cohen, invitó a toda Colombia a través de una carta abierta en la que resalta el significado cultural de este certamen folclórico.
La carta del mandatario dice así:
El Festival de Gaitas: aporte de Ovejas para construir la paz
Estos treinta y cuatros años del Festival de Gaitas aparte de rescatar, fomentar y promocionar el género musical más auténtico de Colombia, han servido para incentivar la integración socio-cultural de nuestros pueblos; para hacer un recorrido por nuestra historia y servir de vehículo para dar a conocer al mundo la necesidad que teníamos de vivir en paz. Desde 1985 ese ha sido el pregón que se ha escuchado en el desarrollo de este magno certamen.
En los cantos con la esencia sentimental campesina, en las creaciones furtivas de los juglares, en las conferencias, en los artículos de la revista, en los discursos, en las conversaciones pretileras como dijera el maestro David Sánchez Juliao, que provoca cuando acudimos a la plaza a degustar el concierto natural de las gaitas de América. Todos clamaban por la paz.
Pero la paz concebida desde el respeto y valoración de la vida misma; desde el autoreconocimiento como pueblos soberanos y libres no puede ser simplemente una situación sin problemas; esta no es el producto de estados simples de alegría o la manifestación de la emoción. La paz es un derecho a vivir sin lastimarnos, sin discriminación, sin ultraje a la dignidad. La paz es justicia social.
En Ovejas, mi tierra, que hoy lidero desde la administración municipal, hemos vivido tantos hechos que han contrariado el sentido de la vida. Los ultrajes a la dignidad humana vividos en estos territorios en la época de la violencia, hicieron desintegrar el tejido social.
Muchos de nosotros fuimos arrojados hacia ámbitos distintos, diferentes. Hacia tierras donde no podíamos expresarnos con nuestras costumbres; muchas veces muy alejadas del arroyo Mancomoján; de los encuentros pueblerinos animadores de las anécdotas, cuentos. Muy distantes de los pozos de Aguas vivas; de nuestros fértiles campos, de la familia. Ese era el panorama.
Gracias a la voluntad de reconciliación ese panorama tétrico cambió sustancialmente. De pronto el gemir lastimero de madres fundidas en la zozobra y el clamor del mundo por la reconciliación, empujaron a la sociedad a respaldar los llamados diálogos de La Habana.
Aquí la cultura jugó un papel importante al generar toda una pedagogía social de estímulo a unas conversaciones que era el suceso histórico que iría a transformar los estados de convivencia en el país.
El Festival de Gaitas “Francisco Llirene” como el principal evento de la Cultura Popular nuestra, bajo sus connotaciones sociológicas ha servido como medio difusor de una cultura de paz. Ha sido útil para transmitir a propios y extraños de la importancia de vivir en armonía; respetando las diferencias. A tener identidad.
Es apreciable que cuando valoramos lo nuestro por ser nuestro, estamos fortaleciendo los procesos de reconstrucción de nuestra identidad cultural como una manera de hacerle frente al embate de muchos modelos culturales que nos hacen adoptar comportamientos impropios, generando actos que terminan siendo manifestaciones de violencia.
Por ello, estamos con el compromiso político-administrativo de impulsar y apoyar al Festival como un medio de consolidación de la reconciliación nacional. El Festival será desde siempre una vitrina para vender la moción histórica de vivir en paz.
Solamente me queda invitarlos del 12 al 15 de octubre para que visiten a Ovejas y entiendan que la paz también se construye con los sonidos y cantos montunos que brotan de la ancestral Chuana, la gaita de América.
¡Sean todos bienvenidos!
Mauricio García Cohen
Alcalde Municipal de Ovejas.
