El asalto militar sobre Gaza se dilata. Que ya casi, que los israelíes lo están planeando, que ya viene. Tiran misiles ocasionalmente (causando numerosas víctimas) pero los judíos están aguantados.
Y están aguantados porque saben que meterse tiene, tanto implicaciones militares, como implicaciones políticas y diplomáticas.
Van a meterse a una región medio destruida, urbana, en donde todo el mundo es su enemigo, ¡tu tienes que estar loco! Los israelíes saben que esa misión de sacar a Hamas de Gaza es todavía más difícil que sacar al IRA de Belfast durante “The Troubles” de los 70s y 80s. El ejército Israelí solo tiene experiencia en ser “guardias correccionales”, es decir, en darle palo a mujeres y niños en condiciones carcelarias. Para una guerra urbana se necesita otra cosa, que ni los judíos ni los americanos tienen: huevo. Porque para meterse a sacar palestinos de Hamas de esa red de túneles, y para combatir casi cuerpo a cuerpo con un enemigo atrincherado en su territorio, se requiere de huevo, y cojones no hay en Israel. Los “odds” para poder ir a la guerra del ejército israelita son 100 a 1, y con el “uno” amarrado, sin luz, sin agua, sin armas, sin comida, etc…
Serán guapos con 2,000 tanques y 300 aviones, pero en el uno contra uno, los de Hamas se los comen vivos.
Y luego están las circunstancias políticas y diplomáticas. El mundo árabe e Irán están esperando a ver qué pasa. Los judíos hacen una masacre en Gaza, y se les viene encima todo el mundo musulmán, eso para no hablar de atentados terroristas en New York, Londres o Paris. De pronto se les va la mano tanto, que hasta los rusos intervienen.
Y políticamente hablando, Netanyahu está muerto políticamente, lo que no está todavía es enterrado. El man está tratando de retaliar, tratando de prolongar su permanencia política lo más posible, pero la realidad es que hasta aqui llegó ese “Matarife” judío. Yo diría que en 6 meses ese carajo está afuera, de pronto un año.
Lo mismo con los jefes del Mossad, Aman y Shin Bet.
Pero, este ataque de Hamas, tiene otras implicaciones, de mucha mayor duración e impacto. Se trata de la sensación cada vez más certera de que la existencia de Israel no va para ninguna parte. Israel es un invento anglosajón. Los Británicos les dieron la tierra, y los Americanos han garantizado su seguridad desde 1948. Si el balance de poder de este nuevo mundo multipolar cambia y los Estados Unidos ya no es el “mero-mero”, como dicen los mexicanos, Israel se queda sin protector que les garantice su seguridad, haciéndolos más vulnerables. La existencia de Israel depende exclusivamente del poder y la voluntad de los Estados Unidos. Si algo cambia en ese poder o esa voluntad, Israel deja de ser lo que es, y se hace más “atacable”.
Y este ataque acaba de demostrar eso, que el mundo está cambiando y que Israel ya no está tan segura como ellos creían.
Y lo que es aún más importante: la gente en Israel, que no es estupida, también se están dando cuenta de esto. Se están dando cuenta que el “experimento” israelí no tiene futuro, que tener que lidiar todo el tiempo con unos fanáticos que reclaman el regreso de sus tierras es agotador y desgastante. Que Israel nunca va a tener paz, que vivir en Israel encierra un riesgo permanente, que ese tipo de vida, con misiles cayendo del otro lado todo el tiempo, no ofrece ninguna garantía de nada para una vida en paz.
En Israel hay 2 millones de judíos con nacionalidad americana, y otros 1.5 millones con acceso a ella. Además, hay 1.5 millones de judíos de origen ruso. A eso hay que sumarles otro millón por lo menos entre judíos británicos, franceses, argentinos, canadienses y demás. Eso da 6 millones de personas que podrían salir del país rápidamente, lo que equivale al 60% de la población.
Mi predicción es que, en los años venideros, mucha de esa gente va a empacar sus maletas y va a salir de Israel, lo que ya marcaría el decaimiento de esa república, obligándola a hacer concesiones territoriales fundamentales.
En el nuevo reordenamiento mundial que se avecina, Israel y Taiwán van a ser los principales damnificados.
Israel es un invento anglosajón, un experimento que se ha tornado un enclave del imperio Americano en Medio Oriente.
Se cae Estados Unidos, y se cae Israel.
Pareciera en estos momentos que Palestina se muere, que esa pobre gente no tiene futuro. Pero la que en verdad se está muriendo es Israel…
Es solo cuestión de tiempo…