Para Lilia Solano, directora de la Unidad para las Víctimas, estos logros han sido posibles gracias a la asignación de mayores recursos y la implementación de acciones específicas para superar la vulnerabilidad en la que se encuentran estas personas, que suman casi 10 millones, según el Registro Único de Víctimas (RUV).
La directora Solano destacó que el trabajo de la Unidad se ha enfocado en buscar soluciones duraderas para las víctimas de desplazamiento forzado, con el objetivo de mejorar sus condiciones de vida mediante transformaciones estructurales en los territorios.
«Estamos trabajando en varios procesos, incluyendo los pueblos étnicos, quienes han sido históricamente los más afectados por el conflicto armado», mencionó Solano.
Avances en reparación individual
Uno de los logros más destacados es el avance en la reparación individual, con más de 330.542 víctimas indemnizadas en estos dos años, lo que representa un aumento de más de 70% en comparación con la vigencia anterior. Esta cifra también equivale a 49% de la meta establecida en el Plan Nacional de Desarrollo (PND), que proyecta indemnizar a 600.000 víctimas.
Reparación colectiva y étnica
El Gobierno también ha incluido a 125 Sujetos Colectivos en el RUV, facilitando su acceso a la reparación de los daños sufridos como comunidad durante el conflicto armado. Además, se ha logrado la indemnización colectiva de 44 Sujetos Étnicos, con una inversión cercana a los 22 mil millones de pesos, reafirmando el compromiso con estas comunidades.
A pesar de los avances, Solano admitió que la reparación colectiva sigue siendo uno de los desafíos más importantes para los próximos dos años. Es imperativo reducir los rezagos en esta área y responder al llamado de las comunidades que exigen una reparación integral.
Recuperación del Fondo para la Reparación
Entre otros avances significativos, se destaca la recuperación del Fondo para la Reparación (FRV), que ha permitido indemnizar judicialmente a más de 12.000 víctimas reconocidas en las sentencias de Justicia y Paz. Además, se ha fortalecido la participación de las víctimas y sus organizaciones, y se ha avanzado en la reglamentación de los Decretos Ley Étnicos para ajustar la atención y reparación a las necesidades de los pueblos étnicos.
Finalmente, la directora de la Unidad para las Víctimas enfatizó que la meta es dejar un legado de reparación y dignificación para las víctimas del conflicto armado en Colombia.
«Nos empeñaremos en trabajar sin descanso para que este Gobierno deje una marca en la historia, poniendo a las víctimas en un lugar de suma importancia», concluyó Solano.
