EL NIÑO JESÚS ENTRE LOS ESCOMBROS DE GAZA
Por : Felipe A. Priast
Me dan un poco de lástima aquellos que no poseen “inteligencia cósmica” que llamo yo. Hay gente que viene a este mundo y no entiende qué es la vida, o en qué consiste el concepto del tiempo. Gente que nace, va a la escuela, se educa en una universidad, entra a trabajar a algún lado, se casa, tiene hijos, y cree que la vida es pagar hipoteca, comprar un carro y mandar a los hijos a la universidad. Gente que habla de un “mejor futuro”, de “progresar”.
El tiempo, mis queridos amigos, es una ilusión de los sentidos. En un sentido cósmico, espiritual, el tiempo es inexistente, inamovible. Para un individuo con “inteligencia cósmica” el tiempo es como el eje de una rueda. Desde el eje de la rueda, todos los puntos en la circunferencia de la rueda están a la misma distancia del eje, que conecta con esos puntos a través de los radios de la rueda. El punto que se acerca a nuestra línea de visión, visto desde el eje, lo llamamos “futuro”. Y al punto que se aleja lo llamamos “pasado”, aunque visto desde el eje, ambos puntos son iguales. El espíritu habita en el eje y por eso es atemporal. Para el espíritu no existe el tiempo, ya que el espíritu es eterno, nunca muere. Todas las grandes religiones han dicho lo mismo sobre el espíritu, todas han destacado su superioridad sobre lo material y su carácter eterno. Todas han dicho que el espíritu nunca muere, que es eterno.
Hasta ahí estoy seguro que algunos de ustedes han oído la historia, quizá con más o con menos introspección de la que yo he dado aquí. Pero, en lo que la mayoría de la gente falla, es en entender el concepto de la Historia como la rueda de la que acabo de hablar. La rueda gira, y los puntos que en algún momento fueron “pasado” vistos desde el eje, vuelven como “futuro” al dar la vuelta la rueda, y se repiten. Por eso es que ustedes oyen el cuento de que “la historia siempre se repite”. Es cierto, el pasado vuelve, y ni siquiera es pasado, como dice Faulkner en su obra “Réquiem for a Nun”. Lo que llamamos pasado, es simplemente un punto de la circunferencia que siempre vuelve en un “futuro”, al girar la rueda sobre su eje.
Y a pesar de que el “pasado” reencarna y vuelve bajo otra fachada, la gente siempre falla en verlo, probando que no se aprende nada sobre la vida que enseñe a la gente a ver “futuras” reencarnaciones de los hechos “pasados”.
Aquí, abajo, en esta foto, tienen ustedes a Jesús, el mismo que vino hace más de 2,000 años en un pueblito de Nazareth llamado Belén. Esta vez el “Niño Jesus” ha nacido en un lugar un poco corrido al sur de su previa reencarnación de hace 2,000 años, una franja costera a la que hoy le llamamos “Gaza”. El niño no ha nacido en un pesebre sino que ha surgido de los escombros. El niño nació en un tugurio de una franja desértica bombardeada por los mismos “fariseos” de hace 2,000 años. También hay un Herodes como hace 2,000 años y ese Herodes se llama “Netanyahu”, quien, al igual que hace 2,000 años, ha dado la orden de matar a todos los niños nacidos en Gaza, para ver si en una de esas mata al futuro “Mesías Palestino” que liberará a Palestina de su yugo israelita. Es solo cuestión de “tiempo”, quizá unos 30 años en la escala temporal humana, para que los que aún andemos por este mundo comprobemos que, un superviviente de este genocidio infame, se alzó contra su opresor y liberó a su pueblo. Eso está escrito. El futuro libertador de los palestinos yace hoy medio moribundo entre los escombros de Gaza. Los criminales israelitas, quienes no poseen “inteligencia cósmica”, creen que están exterminando a los palestinos con esta masacre, cuando en realidad lo que están haciendo es facilitar el parto a un nuevo “Mesías”.
Y ellos, que se creen un “pueblo escogido por Dios”, algún día, cuando este Mesías los tire de nuevo al éxodo, por fin se van a dar cuenta que no son un pueblo escogido por ningún dios, sino uno PUEBLO CONDENADO.
¡Pobres judíos ignorantes! Leen la Biblia, pero no la entienden. Si la entendieran, se darían cuenta que ellos son el pueblo “escogido” por Dios para deambular por siempre de manera errante.
Desde el eje de la rueda lo puedo ver con absoluta claridad: estamos a tres “radios” de que Israel deje de existir y su pueblo vuelva a la diáspora.
Ese es su karma circular: asesinar niños para tratar de eliminar a un futuro Mesías, solo para acabar echados de su propio “Paraíso”. Pero van a fracasar, como siempre han fracasado, y los van a volver a echar, como siempre los han echado. Los asesinos de Mesías siempre vivirán condenados, eso no tiene remedio.
Y el Imperio Americano haciendo de Imperio Romano, al igual que hace 2,000 años. Y al igual que hace 2,000 años, Biden se lava las manos como Pilatos. No aprendemos, nunca vamos a aprender. La rueda gira y todo se repite otra vez, a pesar de que ya conocemos las lecciones de la Historia. Somos un especie tonta, con poca sabiduría…
Feliz Navidad a todos y que se oigan las odas al nuevo “Mesías” que sobrevive en los escombros de Gaza. Jesús nunca fue un “Mesías para católicos”, fue un Mesías para toda la humanidad.
Ese bebé que se aferra a la vida en un hospital bombardeado de Gaza sin luz, sin agua y sin alimentos, es mi “Niño Jesús” esta navidad.
Esa última parte, tampoco nunca se ha entendido.
Feliz Navidad a todos. Nos vemos por acá el próximo año, si los “fariseos” y los “romanos” asesinos nos dejan…