El paramilitar, responsable de las peores masacres, al que los políticos de Sucre se le arrodillaron- Por: Redacción Pares

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Foto tomada de: El Espectador/Iván Muñoz

A Rodrigo Mercado Pelufo, alias Cadena, no le gustaba gastar balas para cometer sus masacres. Era como si los campesinos no se merecieran una muerte rápida. Tenían que sufrir. Además era meticuloso. Sus masacres duraban varios días. Una de las más atroces, la de Macayepo, en Sucre se perpetró entre el 9 y el 16 de octubre del 2000. Cadena había nacido en ese corregimiento, en septiembre de 1965. Se crio en una finca de cincuenta hectáreas, estudió hasta séptimo de bachillerato, ayudaba a una tía en una tienda, le gustaban las armas y las peleas de gallo.

Conocía la zona, por eso duró tanto tiempo en ese lugar. Con los 80 hombres con los que entró recorrieron los corregimientos de La Palma, El Limón, El Floral y Cañas Frías buscando más enemigos, más cómplices de la guerrilla. En Macayepo ya habían asesinado a 15 personas. En la otra incursión mataron a otras 11 más. No usaron balas. A las víctimas las reventaron a punta de garrote y grandes piedras. Los cuerpos, despedazados, los dejaron podrirse así, en el suelo, una táctica del terror que practicaban Atila o Iván el Terrible.

Tuvo tiempo para peinar los alrededores de Macayepo porque sabía que, gracias a la intervención de Álvaro García, la Fuerza Pública no iban a intervenir. Estaban de su lado. Incluso uno de los policías que con más ahínco hacía operaciones contra los paras, Rodolfo Palomino, había sido trasladado en los días previos. El senador fue condenado a 40 años de prisión por esta masacre. Tan sólo pagó la mitad del tiempo. El pasado 9 de julio fue puesto en libertad.

La de Macayepo fue una de sus masacres más conocidas pero no fue la peor ni la más sangrienta. Ni la primera. Sus hombres, llamados el Bloque Montes de María, habían actuado, entre los días 16 y el 21 de febrero, asesinando a una cifra indeterminada de campesinos -el número va entre 60 y 100 víctimas, en El Salado, corregimiento de El Carmen de Bolívar. Lo que si es seguro, y sabemos gracias a la crónica de Alberto Salcedo Ramos titulada El pueblo que sobrevivió a una masacre amenizada con gaitas es que la primera víctima fue un campesino llamado Eduardo Novoa Alvis. Lo pusieron en la mitad de la cancha de microfútbol -y todo el pueblo obligado a ver- “le arrancaron las orejas con un cuchillo de carnicería y después le embutieron la cabeza en un costal. Lo apuñalaron en el vientre, le descerrajaron un tiro de fusil en la nuca. Al final, para celebrar su muerte, hicieron sonar los tambores y gaitas que habían sustraído de la Casa de la Cultura”. Lo del Salado fue el regreso de las invasiones bárbaras.

La operación tuvo dos responsables, Mancuso y Cadena. Una explicación a la saña con la que Cadena mataba a las personas fue la manera como murió su familia. Desde pequeño él se acostumbró a ser un informante del ejército. Siempre les comentaba por donde se movían los frentes que azotaban Macayepo. La guerrilla se vengó matando a parte de su familia. Esa fue su justificación para tanta sangre vertida. Tantas vidas arrebatadas. Según Verdad Abierta sus primeras masacres fueron la de Pichilin y Colosó. En ambas mató a 13 personas. Pero en el Salado le daría toda la libertad a su maldad. Poco después de la carnicería en el Salado visitaron Ovejas, también en Sucre, y mató a 24 campesinos. También a punta de mazazos. Le gustaba el mazo.

Cadena había pactado con varios políticos poderosos de esa región. Ya mencionamos al “Gordo” García, pero también se reunía con Salvador Arana, el ex gobernador condenado por la muerte de el alcalde de el Roble, Jorge Eliecer Anaya, ex gobernador condenado por parapolítica y Eric Morris, también uno de los barones de la parapolítica en Colombia. Cadena además tuvo influencia en la elección de alcaldes de los siguientes municipios: an Onofre, Tolú, Toluviejo, Coveñas, Arjona, Sincé, Colosó.

Desde el 2005 no se volvió a saber nada de Alias Cadena. Desapareció y algunos lo dieron por muerto. En el año 2021, en declaración ante la JEP, Arana afirmó: “A Cadena lo asesinaron los Paramilitares, lo sacaron con engaños de Ralito (Santa Fe de Ralito Córdoba) y lo asesinaron en una finca más adelante. Cadenas lo asesinaron porque amenazó con declarar contra todos los políticos, ganaderos, Empresarios y comerciantes de Sucre”.

La única versión que existe sobre su muerte es la que contó Arana. Jamás se encontró su cuerpo. Sus víctimas no han podido ser reparadas.

 

 


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