Por: Redacción Pares-
En un comunicado emitido el pasado 23 de octubre NSO Group, dueña del software Pegasus, afirmó que en septiembre del 2021 si hizo el negocio con Colombia. Esto confirma, en parte, las acusaciones que ha hecho desde comienzos de este 2024 el presidente Gustavo Petro quien ha afirmado tener pruebas para demostrar que se compró este software para espiar a la oposición en tiempos de Iván Duque. En dos aviones habrían llegado los 11 millones de dólares que supuestamente se desembolsaron para pagar Pegasus.
Iván Duque, quien apenas empezó a saberse de este escándalo, se defendía públicamente, hoy guarda silencio. Mientras tanto la Fiscalía ya se encuentra entrevistando a miembros del gobierno de Duque. Algunos de ellos son, Jairo García Guerrero, ex viceministro de Defensa, Victor Muñoz, quien fuera director del DAPRE, además de los generales Carlos Iván Moreno y Juan Diego Sepúlveda.
Las implicaciones que podría traerle a Iván Duque y su gobierno serían devastadoras si se lleva a abrir un proceso con las diferentes acusaciones que están surgiendo. Para el investigador de la línea de Democracia de la Fundación Paz y Reconciliación, Alejandro Chalá, si no se llega a probar la fuente de esos 11 millones de dólares que pagaron por el software, Duque y su gobierno serían acusados por lavado de activos. Podría quedar abierta la posibilidad de que esos recursos provienen de actividades ilícitas.
Además de este problema surgiría uno en donde Petro ha hecho más énfasis: la gravedad de las chuzadas. En el mundo entero se ha probado la eficacia del software Pegasus a la hora de intervenir teléfonos, tanto que le ha ganado estar en la lista negra en países como Estados Unidos. El gobierno Netanyahu ha ofrecido, como una especie de regalo, a gobiernos amigos, este sistema de espionaje. Las políticas de Duque, así como las de su mentor, Alvaro Uribe, han sido cercanas a las de Israel. Así que si se llegara a comprobar este delito sería una violación a las comunicación lo que derivaría en el delito de violación de la privacidad.
Si llegara a comprobarse que el gobierno Duque pagó el software con dineros públicos el delito en el que caería sería el de peculado. Otro delito en el que caería sería el de abuso de autoridad. Usó su cargo para hacerle daño a los que él creía eran sus enemigos y un último delito sería el de concierto para delinquir porque varios de sus funcionarios habrían actuado en conjunto para hacerle espionaje a la oposición.
Según el investigador Alejandro Chalá “Los que están haciendo la investigación son fiscales delegados ante de la corte suprema y si escala va a la corte quien llevaría el proceso contra el expresidente” En una semana la cuenta de X del expresidente guarda una quietud a la que no están acostumbrados sus seguidores. Duque convirtió sus redes en una trinchera desde donde disparaba sus dardos a este gobierno. Ahora, con el escándalo de Pegasus cabalgando, Iván Duque ha optado por el silencio.