343.786, fue la cifra con la que Carlos Caicedo derroto a Luis Miguel Cotes, el pasado 27 de octubre de 2019, más que una cifra, histórica además, fue la demostración de la rebeldía de un pueblo que se cansó de estar muy por debajo de sus dirigentes, un pueblo que se cansó del hambre, de la miseria, de la compra de votos, de los permanentes atracos al Erario, de las esperpénticas cifras en salud, un pueblo que se cansó de sobrevivir y por fin quería volver a vivir de verdad.
Era la primera vez en más de 190 años de historia, que el departamento del Magdalena pasaba a ser liderado y gobernado por alguien nacido en la clase popular, por alguien verdaderamente respaldado por las masas sociales, por alguien sin apellido de cuna que respaldara su posición. Fue ese el detonante para que toda la clase politiquera del país con Álvaro Uribe a la cabeza pusieran sus ojos en Carlos Caicedo, pero no solo sus ojos, sus manos, su boca, sus pensamientos, sus acciones, en fin, Caicedo les empezó a quitar el sueño, Caicedo les hizo sentir miedo a perder el poder, Caicedo que no se cansa de día a día empoderar líderes y lideresas para que estén preparados para gobernar este país, Caicedo les hizo sentir que Colombia pronto iba a dejar de pertenecerles.
Y fue entonces cuando volvieron las prácticas de antaño, quieren frenar a Caicedo, por lo civil o lo criminal, quieren callarle de cualquier manera, han diseñado montajes públicos para hacerle ver mal, han truncado su gestión como Gobernador, han fraguado planes perversos para atentar contra su vida y ahora ultimo incluso pactan con paramilitares para darle muerte política.
Si, amigos lectores, así como lo leen, entre paramilitares quieren recuperar el territorio del Magdalena, es así como en su momento Álvaro Cotes, mejor conocido en el mundo criminal como “el conejo” pago millonarios sobornos al clan de los Rojas para que testificaran en contra de Carlos Caicedo, si, el señor Cotes valiéndose de su amistad con los Rojas quiso ensuciar la imagen del actual gobernador, la familia cotes que tiene numerosos procesos judiciales en su contra por nexos con paramilitares y que uno de sus miembros se encuentra privado de la libertad por parapolítica, si, el ex alcalde “Chico” Zúñiga quien acepto para acogerse en sentencia anticipada, haber aceptado apoyo del bloque Resistencia Tayrona de las AUC para constreñir al sufragante y poder ser elegido mandatario distrital, esa y más historia envuelven al clan cotes, quienes pactaron con los rojas los testimonios contra Caicedo.
En esa época los Rojas no aceptaron sus pretensiones y contaron toda la verdad, hablaron del soborno, hablaron de quien dio la orden de los asesinatos, hablaron de como los amenazaban si no decían lo que los Cotes querían, y está grabado. La fiscalía conoce de estos hechos, pero paradójicamente hoy lo desconocen.
Hoy pretenden escuchar nuevamente a estos criminales confesos que están dispuestos a cambiar su versión en contra de Caicedo para así beneficiar a sus amigos, hoy que la amenaza del regreso de Hernán Giraldo esta sobre la población de la Sierra Nevada de Santa Marta, hoy que emergen de las montañas de la sierra numerosos grupos al margen de la ley, dispuestos a silenciar a punta de bala a la gente desplazándoles de sus tierras, hoy que las cientos de mujeres abusadas por los paramilitares, por fin respiraban tranquilas, hoy nuevamente quieren gobernar al magdalena, hoy se juntan todos no contra Caicedo sino contra el mismísimo pueblo.
Ya es de conocimiento que la Fiscalía General de la Nación no es garantía para los que piensan diferente en este país, es un aparato de la justicia y de los gobiernos uribistas, diseñado para perseguir y silenciar a quienes se atreven a contrariar al presidente de turno. Hoy la ultraderecha colombiana paga millonarias sumas a un abogado prepago como lo es Julián Quintana para que desestabilice con cada publicación en sus redes sociales (donde posa como influencer), la gestión de los gobiernos de Fuerza Ciudadana; hoy tenemos a toda la mafia política en contra.
Sin embargo, señor Gobernador este usted tranquilo que los 343.786 ciudadanos que le elegimos (que hoy seguramente sean el doble de esa cifra) no permitiremos que ni la corrupción, ni el paramilitarismo, ni la violencia armada, ni los montajes en su contra, desestimen nuestra elección, le elegimos en democracia y en cualquier instancia defenderemos nuestra elección, ¡nuestra elección fue usted!
