El Regreso- Por: Felipe A. Priast 

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Esto no me lo van a creer pero yo creía que no iba a llegar a este día. Para mí no es el día de la posesión de Trump sino el día al que nunca creí que iba a llegar vivo, pero ese cuento lo echo otro día. El caso es que, estos últimos dos meses y medio, desde que Trump salió electo, hasta hoy, han sido los más largos de mi vida. Todos los días me levantaba y me decía “hoy me toca”, pero nada, seguía vivo al final del día y me acostaba por la noche pensando lo mismo: “mañana me toca”. Pero no, no me tocó después de todo. Milagrosamente, sigo caminando por este mundo.

Mi mayor preocupación era Tina, claro. ¿Qué pasaría con ella el día que yo no esté?
Me tocó hacer testamento y todo y dejar instrucciones de qué hacer con ella el día que yo no esté. Eso sería lo que más me dolería de dejar este mundo de forma abrupta, sinceramente, porque quiero a ese animalito con el alma, en realidad es mi hija, no un simple perrito.
Y ahora que creo que he sobrevivido al “terror” del Deep State encabezado por Biden, siento que tengo una segunda oportunidad sobre la tierra.

Todo el mundo ve los toros dependiendo de cómo le haya ido en la corrida. Para mí, la salida de Biden ha sido una bendición, porque ese hijueputa mafioso irlandés es la porquería más corrupta que ha pasado por la Casa Blanca, y ya van a ver ustedes toda la mierda que la administración Trump le va a sacar. Trump no es la Madre Teresa de Calcuta, pero sus crímenes son más de vainas de viejas y billetes. Los crímenes de Biden se cuentan en millones de muertos.
Y yo no es que esté especialmente emocionado con el regreso de Trump, porque en realidad yo no soy trumpista. Vote por él las pasadas elecciones porque había que sacar a los demócratas, pero trumpista, no soy.
Yo lo que estoy es aliviado, que es distinto, porque, francamente, yo creía que no llegaba a hoy. Debe haber un par de ángeles en alguna parte, por ahí, cuidando de mi misteriosamente.

Ya se lo que estarán pensando: ¿de qué putas está hablando este man? ¿Cómo así que no creía que iba a llegar al 20 de Enero? ¿Qué fue lo que le hizo la administración Biden?
Todavía no, pero algún día echo ese cuento.

Y como en toda historia de terror, hubo un último sobresalto antes del final feliz.
Esta mañana, el hijo de puta de Biden le extendió un perdón presidencial a Anthony Fauci, el director del National Health Institute durante los años del COVID. Él y Liz Cheney fueron los últimos perdonados por Biden.
Ahí, hace una hora, leyendo esa noticia sobre el perdón a última hora de Biden a Fauci, confirmé todas mis sospechas sobre Biden. Ese miedo de Biden a que se conozca la verdad sobre el COVID fue la marca de su presidencia, y siendo así, dejo el perdón de Fauci para lo último, para que pareciera que todo ha sido una casualidad, que aquí no ha pasado nada.

Pero si ha pasado. 20 millones de personas alrededor del mundo murieron de COVID, uno de ellos, mi padre, quien murió de complicaciones relacionadas con el COVID. Eso no se puede quedar así…

¿Quién sabe?, de pronto el “pepazo” me cae estando Trump de presidente. De pronto están esperando a que el pelucon suba para ajustarme y pasarle la cuenta a él. Pero ya he tomado medidas ante esa eventualidad, así que la verdad de todos modos saldrá a la luz.

Me levanto pensando en que 1 millon de ucranianos, y al menos 350 mil rusos han muerto en una guerra fomentada para tapar el escándalo del COVID. Que un genocidio en Gaza fue llevado a cabo para usarlo como cortina de humo para esconder el origen del COVID. Que todo lo que ha hecho este viejo decrépito hijo de puta no ha sido más que matar gente por este mundo para tapar lo del COVID y proteger a su hijo degenerado. Un país, Ucrania, en ruinas, por culpa de unos monstruos que querían esconder sus pecados. Una gente, casi exterminada (los palestinos), para seguir dándole muerte a los periódicos y que no se hable más del COVID. Un mundo al borde del caos porque hay que tapar como sea los pecados de unos monstruos.

Dice el Presidente Petro que él es “el Presidente de la Vida”, que Colombia bajo él es el “País de la Vida”. Todo bacano, me gusta esa idea de Colombia, sin duda. Pero le tengo una revelación grande a Petro, quien todavía no entiende cómo es que funciona este mundo. Y esta es la revelación para él y para todos sus seguidores:

Por extraño que les parezca, Trump es, en el mundo, el “Presidente de la vida” mientras que Biden fue el “Presidente de la Muerte”.
Lo que parece blanco es negro, y lo que parece negro es blanco. Un mundo de espejos e imágenes reflejadas y refractadas en donde nada es lo que parece…

Petro siempre ha creído que es al revés…
Eso le debería decir, de pasada, quién es Juan Manuel Santos, su aliado político y el gran amigo de Biden en Colombia.

Como digo, de pronto es ahora que me viene el pepazo, pero siento un gran alivio. Estoy vivo, y como dice Tony Montana en una de las líneas más famosas de “Scarface” (1983), “Every day above ground is a good day”. Cualquier día caminando sobre la tierra es un buen día…

Hoy es un buen día…y es bueno por llegué vivo a él y todavía camino por este mundo, por nada más…


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