Hace apenas unas semanas salió una orden del Palacio de Nariño: “hay que derrotar a los Gnecco a como dé lugar”. El uribismo le apuesta a conquistar la gobernación del Cesar. Para ello, elaboraron la misma estrategia que utilizaron para elegir a Iván Duque como presidente: Unos foros regionales y unas encuestas tipo reality.
Además, el Centro Democrático y el uribismo buscaron a la vieja parapolítica, a la vieja clase política corrupta que se alió con paramilitares para poder destronar a los Gnecco. Veamos las siguientes fotos.
En esta primera foto se ve al condenado por parapolítica Álvaro Araujo, luego se ve a Claudia Zuleta, la hija del cantante poncho Zuleta; por último, se ve a Diana Molina, la hija del ex gobernador del Cesar condenado por pertenecer a grupos paramilitares y actualmente prófugo, Hernando Molina
En la siguiente foto se ve a varios de los precandidatos de este grupo, en el primer foro. Nuevamente se observa a Álvaro Araujo como moderador. Están: Rafael Bolaños, Claudia Zuleta y Álvaro José Soto.
El expresidente Uribe y el Centro Democrático colocaron a la vieja parapolítica como los garantes de la alianza. Pero bueno, recordar es vivir:
La familia Araujo ha logrado consolidar el segundo clan político que hace frente al poderío del clan de los Gnecco en el departamento del Cesar. Álvaro Araújo Noguera y su hijo Álvaro Araújo Castro crearon el partido Alas (Alternativa Liberal de Avanzada Social), de corte liberal, el cual en 2006 se unió con el partido Equipo Colombia, de corte conservador, de Luis Alfredo Ramos. La unión de los partidos creó a Alas Equipo Colombia. Tanto los primeros dos partidos, como el resultado de su fusión, son el ejemplo de cómo los partidos políticos fueron completamente permeados por el paramilitarismo. Prueba de lo anterior, es la condena de Álvaro Araújo Castro, quien fue representante a la Cámara en 1998, senador en 2002 y condenado por paramilitarismo en marzo de 2010 por la Corte Suprema de Justicia por haberse beneficiado de los llamados “distritos electorales” de los paramilitares del Cesar, al mando de Rodrigo Tovar Pupo, alias ´Jorge 40´, para su segunda elección como congresista.
Los distritos electorales fueron en esencia la focalización y ubicación de varios municipios del departamento. Funcionaron de dos formas: en la primera, los paramilitares dirigieron sus acciones de coerción contra los votantes y candidatos ajenos a su acuerdo político, con el objetivo de asegurar la victoria de sus candidatos. La segunda forma consistió en la concentración de las campañas de sus candidatos afines en los distritos que les fueron asignados. Al final hubo candidatos que ganaban con el 90% de los votos en una circunscripción. En específico, la Corte señaló que los paramilitares asignaron la zona noroccidental y sur del departamento a Álvaro Araujo y a Mauricio Pimienta.
Hernando Molina Araujo:
Primo de Sergio Araujo y ex gobernador del departamento del Cesar para el período 2004-2007. El 5 de mayo de 2010, la Corte Suprema de Justicia lo condenó, no por aliarse con los paramilitares, sino por ser parte orgánica del Bloque Norte de las AUC al mando de ´Jorge 40´. En la elección del 2003 todos los candidatos a la gobernación, excepto él, se retiraron debido a amenazas y presiones de los paramilitares.
En septiembre de 2010 recobró la libertad; no obstante, en febrero de 2015 la Fiscalía 44 Especializada de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario profirió orden de captura y lo llamó a juicio por el homicidio del profesor Óscar Enrique Montero Arias en 2004. Este profesor perteneció a la etnia indígena kankuamo. Molina, tenía el alías de 35 en el Bloque Norte, también llamada La Empresa, pues fue una empresa criminal que despojó a miles de campesinos de sus tierras y saquero el erario de alcaldías y gobernaciones. Ahora, para las elecciones de 2019, su hija, Diana Molina Carvajal, se presenta como una de las candidatas fuertes para la Gobernación de Cesar. Ella, hasta hace poco estuvo en cabeza de Provalledupar, entidad que promueve el desarrollo económico del municipio y depende de la administración local.
Poncho Zuleta y Margarita Zuleta.
A Poncho Zuleta se le conoce por la música Vallenata. Pero también por su abierto apoyo al paramilitarismo. En el año 2004, en Astrea, Cesar, en pleno dominio paramilitar y cuando pasaban a decenas de campesinos por motosierras y empalaban muchas de sus víctimas, Poncho Zuleta pronunció la frase de: “nojoda, viva la tierra premilitar, vivan los paracos”. Su admiración por el paramilitarismo es muy conocida, al igual que su apoyo al uribismo. Ahora lanza a su hija a la gobernación.
En fin, entre la vieja parapolítica y la nueva corrupción, elegirán los ciudadanos del Cesar: que entre el diablo y escoja.