Un informe de la Fundación Paz y Reconciliación hace una radiografía de la seguridad en las zonas de frontera caribes. Entre lo hallado se identifican más de 100 trochas para migrantes y hombres armados, economías ilegales y trata de personas de niñas de 12 años en Paraguachón.
Una de las conclusiones del informe ‘Sin Dios ni ley, un análisis de la situación de seguridad en la frontera colombo-venezolana’, dado a conocer este lunes por parte de la Fundación Paz y Reconciliación, Pares, es que la guerrilla del Eln se ha fortalecido en las zonas de frontera de La Guajira y Cesar por la presencia del Frente ‘Camilo Torres’ que opera en el Catatumbo pero que intenta abrir los corredores de narcotráfico en el Caribe.
“Se resalta que los frentes que hacen presencia tanto en Cesar y La Guajira no tienen en este momento un pie de fuerza que les permita tener enfrentamientos con la fuerza pública. Sin embargo, el Frente ‘Camilo Torres Restrepo’, que opera en el Catatumbo y que tiene mayor control de las rentas producto de narcotráfico, sí ha venido haciendo presencia en Curumaní y los municipios del Sur del Cesar a fin de generar corredores de movilidad que le permita conectar el Catatumbo con el Sur del Cesar y el Sur de Bolívar y en esa medida lograr ocupar espacios que han dejado desprovistas otros actores armados ilegales”, se lee.
En el reporte, de 78 páginas, se concluye para las zonas limítrofes de la Costa Atlántica que las razones del robustecimiento del grupo rebelde obedecen a que ha llegado a ocupar los territorios dejados por las Farc, al apoyo y establecimiento de alianzas con estructuras armadas ilegales que operan en territorio venezolano y a la discreción en la forma de operar: “realizar eventuales apariciones en las comunidades representa una estrategia de control socio territorial; sin embargo evitan las confrontaciones con la fuerza pública”.
Grupos criminales
Frente a la presencia de los actores armados posdesmovilización Auc, indica la información que luego de la muerte del jefe de Los Pachenca, Chucho Mercancía, este grupo se ha venido reorganizando y se da “un claro relacionamiento y contacto entre los GAO -Grupos Armados Organizados- y las bandas de delincuencia organizada”.
Los actores armados, señala Pares, han aprovechado los altos índices de Necesidades Básicas Insatisfechas, el flujo migratorio y los problemas históricos y estructurales en La Guajira, para poco a poco ir vinculado a sus actividades delictivas jóvenes y adolescentes, así como reclutar jóvenes venezolanos.
“Asimismo, se evidencia una amenaza alta dirigida a los líderes sociales, quienes, por las actividades que vienen desarrollando, han sido blanco de las Águilas Negras. (…) Uno de los casos más significativos tiene que ver con el panfleto que circuló en el municipio de Fonseca, ya que varias de las personas amenazadas vienen adelantando procesos comunitarios con los excombatientes de las Farc”, reporta el análisis.
¿Dónde están?
El Eln es ubicado por el informe en la Serranía del Perijá hacia los municipios fronterizos de la Media y Baja Guajira, así como también por algunos pasos irregulares en el municipio de Maicao, en La Guajira. Y hacia el Cesar su presencia se identifica actualmente en los municipios de Curumaní, Becerril, La Jagua de Ibirico y Chiriguaná.
Entre tanto, los grupos armados organizados como las Autodefensas Gaitanistas de Colombia o el Clan del Golfo tienen presencia en ambos departamentos, y los Conquistadores de la Sierra Nevada de Santa Marta y Conquistadores de La Guajira tienen injerencia en los municipios de Albania, Barrancas, Fonseca, El Molino y Villanueva en La Guajira, como brazo armado de Los Pachenca.
También hay grupos de delincuencia trasnacional los cuales tienen control, principalmente, sobre los pasos irregulares ubicados en el área rural del municipio de Maicao, como también en el área urbana del mismo. “Igualmente se identifican otras organizaciones criminales que como ‘outsourcing’ de estructuras más grandes, sean estas insurgencia o grupos postdesmovilización, en los municipios de San Juan del Cesar y Uribia”, reporta.
Y en el Cesar, indica el documento, en los municipios de frontera se evidencia la presencia de ejércitos privados los cuales funcionan infundiendo temor a la población por medio de acciones violentas tales como amenaza a líderes y limpieza social.
Las facciones que operan
En el informe se precisa que en La Guajira, específicamente en la zona de frontera se encuentra operando el Eln con los Frentes ‘Gustavo Palmesano’, ‘6 de diciembre’ y ‘Luciano Ariza’, pertenecientes al Bloque Guerra Norte.
Para el Cesar, el Eln opera en la zona de frontera con los Frentes ‘Camilo Torres Restrepo’, Bloque Guerra Nororiental y ‘José Manuel Martínez Quiroz’, pertenecientes al Bloque Guerra Norte.
Según Paz y Reconciliación, las bandas o grupos armados ilegales que ejercen control en los pasos irregulares entre la frontera son la Banda La Zona, que se ubican en la trocha conocida como La 80; Los Chacones, en la trocha conocida como La Cortica y las bandas criminales sin denominación, conformadas por pobladores indígenas y no indígenas, así como también por ciudadanos colombianos y venezolanos, quienes se movilizan principalmente por la trocha La Cortica y otras trochas de menor tránsito.
Y los GAO guajiros se ubican en los municipios de Albania, Barrancas y Fonseca, con la presencia del Clan del Golfo con la Comisión ‘Marco Fidel Barbas’, perteneciente a las Estructura ‘Erlín Pino Duarte’; en Fonseca se presume la presencia de Mayamangloma. Y en Cesar operan con la Estructura ‘Diomedes Dionicio Ortega Ramos’ hacia la Ciénaga de la Zapatosa y la cuenca del Río Magdalena.
«En los municipios de El Molino y Villanueva, en La Guajira, se identifica la presencia del Bloque Renacer Guajira, presuntamente adscrito a las Autodefensas Conquistadores de la Sierra Nevada, brazo armado de Los Pachenca, los cuales operan en el municipio de Dibulla, La Guajira y en Magdalena, en los municipios de Buritacá, Guachaca y Santa Marta», dice el documento de la fundación.
Los crímenes
Algunos de los crímenes que suelen cometer estas organizaciones en las zonas fronterizas caribes son el desplazamiento forzado por parte del Eln en Maicao, Albania y Fonseca en La Guajira. Según la Red Nacional de Información, RNI, en 2019 hubo en la península 145 hechos de desplazamiento.
En la dinámica de las economías ilegales, en La Guajira, se identifica el contrabando de gasolina y ganado, tráfico de armas, narcotráfico, extorsiones, secuestros y trata de personas con fines de explotación sexual.
Sobre este último delito, se lee en el reporte, que cita la alerta temprana de la Defensoría del Pueblo 039-19: «En el corregimiento de Paraguachón se ha identificado la existencia de redes de prostitución, donde se vinculan niñas entre los 12 y 17 años, indígenas y no indígenas. Estos casos de prostitución infantil se evidencian en las muleras y chirrincheras que se movilizan por el paso fronterizo». Fuente E/H.