Redacción: laregional.net
El Instituto para el Desarrollo y la Paz, Indepaz realizó un estudio sobre los homicidios de los líderes sociales y defensores de derechos humanos en Colombia, el cual arrojó que durante el 2020 fueron asesinados 300 líderes, de los cuales 37 son de la costa caribe. Cifra contraria a la del Gobierno Nacional que dice que son 51.
El confinamiento por la pandemia de Covid-19 no fue obstáculo para que los asesinos siguieran con su cometido y según Indepaz en total fueron asesinadas 307 personas en 29 departamentos del país, un incremento del 10% frente al 2019.
El informe revela que el departamento con más asesinato de líderes fue Cauca con 98, le siguen Nariño con 39 y Antioquia con 29.
De estas cifras, la costa Atlántica aporta la lamentable cifra de 37 líderes asesinados, el 12% de los ocurridos en el país, siendo Córdoba el que ocupa el primer lugar con más casos y el quinto a nivel nacional con un total de 16 asesinatos. En el segundo puesto está Bolívar con 7, Sucre con 5, Magdalena con 4, Cesar con 2, La Guajira con 2 y Atlántico con 1.
En 2019 los muertos fueron 38, mantiene Córdoba el primer lugar con 11, Bolívar 7, Cesar 5, Magdalena 7, La Guajira 5, Atlántico 2 y Sucre 1.
Según Indepaz los atrasos en la implementación integral del acuerdo de paz, son algunas de las razones por las que se han registrado estas muertes.
Manifiesta esa institución que hay zonas en donde operaba la Farc que no han sido copadas por el Estado, y no han sido ejecutados los programas de Desarrollo con enfoque territorial (PDET), el programa Nacional integral de sustitución de cultivos ilícitos (pnis), un fortalecimiento en educación y salud, entre otras apuestas.
Dice el informe que entre las causas que motivan estos homicidios se encuentran: narcotráfico como primera medida, seguido por conflicto por tierras, minería, ganadería, plusvalía de megaproyectos y de obras de infraestructura.
Aduce además que los encargados de llevar a cabo estos crímenes, en un 45 % están vinculados con los naracoparamilitares y los residuales posacuerdo; el restante son sicarios sin identificar, algunos al servicio de mafias, el Eln, disidentes de la Farc ep, y la fuerza pública.
Estas cifras no coinciden con las del Gobierno Nacional que asegura que a 7 de noviembre, los asesinatos de líderes en el país ascendían a 51.