La ciudadanía en general en Cartagena rechaza las acciones violentas que se han presentado en lo corrido de todo este año. Asesinatos por hurtos, amenazas a líderes sociales, y el sicariato contra el fiscal paraguayo, Marcelo Pecci, mantiene inquieta a la población que reclama garantías de seguridad.
Por ello han realizado diferentes acciones lanzando un SOS a las autoridades tanto de la Fuerza Pública como a los entes territoriales.
Con el turista asesinado, son 11 los homicidios cometidos en lo que va de mayo en Cartagena, 7 de ellos en modalidad de sicariato.
“Todos los dirigentes, activistas y miembros de Juntas de Acción Comunal vivimos muy preocupados, con zozobra porque el tema de la inseguridad es crítico. Van 110 homicidios en el año y esto repercute mucho en la imagen de la ciudad a nivel nacional e internacional. Los turistas se van a alejar y eso sería catastrófico en una ciudad donde el 60% de los habitantes vive del turismo. Y si eso pasa en los sectores privilegiados, qué se deja para la gente del común, los que diariamente convivimos y presenciamos cualquier cantidad de delitos. Hay que hacerle una fuerte crítica a la Policía Nacional y a la Secretaría del Interior. Esto colapsó y se necesita un plan de seguridad que de verdad funcione”, señaló el activista cívico Eduardo Ferrer.
Al respecto, la Policía Metropolitana ha manifestado que la mayoría de sicariatos cometidos en el 2022 están relacionados con la disputa por las rentas criminales del microtráfico, principalmente entre el Clan del Golfo y los Robledos, una banda que llegó de Medellín a finales del año pasado. Las cifras muestran que a corte del martes 10 de mayo van 75 sicariatos y un total de 115 homicidios en la ciudad, cifras escandalosas si se comparan con las del también sangriento 2021, que apenas llegó a esa cantidad a finales de julio.
Olaya Herrera y El Pozón, con 17 y 12 casos, respectivamente, son los barrios donde más se han cometido asesinatos este año. El investigador y docente universitario Fredy Goyeneche, quien desde 2004 dirige el Centro de Observación y Seguimiento del Delito (Cosed), recientemente calificó la situación como un hecho histórico sin precedentes. También aseguró que el aumento de consumo de drogas el año pasado ameritaba una atención inmediata por parte del Distrito, ya que aparecieron los enfrentamientos entre bandas criminales disputando el control del territorio.