En Colombia legislamos para suizos- Por: Jorge David Cubillos Imbrechts

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Es irónico pensar en el País, en que vivimos, el cual posee, una población estimada de 49 millones de habitantes además es la segunda nación con más hispanohablantes, solo detrás de México, La desigualdad en Colombia se refiere a la desigualdad económica y social existente en el país. Según cifras del Banco Mundial, en el 2017 Colombia fue el segundo país más desigual de América Latina y el séptimo del mundo, del total de 194 países que existen en el planeta. Pese al crecimiento económico sostenido del producto interno bruto que se ubicó entre el 6.6% entre 2006-2014, el índice de desigualdad cayó durante la época de mayor bonanza petrolera.

Aun así, nos afecta gravemente la corrupción, que ha sido tradicionalmente señalada por muchos analistas como uno de los principales problemas políticos del país.

Aunado a ello en la actualidad el Poder Judicial en Colombia enfrenta una crisis profunda, debido a que aproximadamente de 8,1 millones de necesidades jurídicas declaradas, se resuelven 1,1 millones, esto es, el 13 %; de cada 100 homicidios, se condenan ocho lo que genera un índice de impunidad del 92 %. A lo que se le suma la baja calidad de las condenas, se estima que hay 1,6 millones de casos que no avanzan en los despachos judiciales del país. El sistema judicial colombiano tiene una imagen desfavorable del 80 %.

Nuestros legisladores crean y crean leyes dentro de una concepción manifiesta de pretender resolver toda la problemática social con la expedición de normas jurídicas; no es un asunto razonable.

Con todo esto, Colombia se embarca en un dialogo inexacto entre su ordenamiento jurídico y su cultura, donde cada día vemos como se desgasta la eficacia a través de los componentes de la norma jurídica.

Colombia en un País, en vía de desarrollo camino a la extrema pobreza, que carece del presupuesto la logística para la atención de todas sus problemática, donde las normas que se crean son ineficaces por presupuesto, o por carencia de cultura ciudadana por parte de la comunidad, que desde el papel se miran como garantes de los derechos, pero en la práctica se determina el rezago estatal por parte de sus promotores, en un País desarrollado, estas leyes, la integra el componente educativo y presupuestal que permiten su aplicación e interés de su sentido constitucional permitiendo a la sociedad gozar de la misma.

Encontramos medidas ineficaces en todo el ordenamiento jurídico colombiano, nuestros legisladores extraen conceptos de otras latitudes y lo insertan en nuestra sociedad, que carece de muchos aspectos necesario para su integración dinámica, eficaz y efectiva del sentido de la norma. Generando medidas huérfanas carentes de resultados y de la finalidad presupuestada inicialmente.

Producen nuestros legisladores normas sin control, pero carecemos de cultura para su aplicación efectiva, carecemos de recursos, de logística, para desarrollarlas. ¿Es que piensan que vivimos en Suiza?

No se tiene en cuenta, que en Colombia es necesario la implementación de la cultura ciudadana, de quitarnos la fama de ser corruptos, de quitarnos la costumbre de pretender enriquecernos con los recursos públicos, de proyectar mejor los programas sociales para que lleguen a el que lo necesita.


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