Redacción: laregional.net
Según el informe entregado por organizaciones de víctimas a la JEP, la Comisión de la Verdad y la Unidad de Búsqueda de Desaparecidos, en la región Caribe colombiana los 153 casos de ‘falsos positivos’ dejaron un total de 218 víctimas.
Estas habrían siso ocasionadas por la Primera División del Ejército, con jurisdicción en los departamentos de Atlántico, Cesar, La Guajira, Bolívar, Magdalena, Córdoba, Chocó y Antioquia.
Según el informe, entre el 15 de diciembre de 2003 y el 28 de abril de 2005, fueron asesinadas 218 personas, la mayoría campesinos de Antioquia y Cesar, que después fueron presentados como resultados de operaciones exitosas por parte del Ejército.
El documento fue presentado por organizaciones defensoras de derechos humanos, representantes de víctimas, en el marco del caso 003 que habla sobre las muertes ilegales que fueron presentadas como bajas en combate.
Estas operaciones se realizaron durante el mando del entonces mayor general Mario Montoya Uribe quien estuvo al frente de esa institución entre el 19 de noviembre de 2003 al 29 de abril de 2005, mientras que el Estado Mayor estaba a cargo de los coroneles Iván Marco Parra Caicedo (2004) y Raúl Fernando Peña Lenis (2005).
Según el informe, también está comprometida la responsabilidad por cadena de mando -por acción u omisión- de los comandantes de las Brigadas Segunda, Cuarta, Décima, Décimo Primera y Décimo Séptima, pertenecientes a la I División.
Antioquia fue el departamento con mayor registro de ‘falsos positivos’, con 155 de los 218 casos, seguido por Cesar con 27, La Guajira con 18, Chocó con 9, y Bolívar, Córdoba y Magdalena con 3 cada uno.
En estos casos estuvieron implicados 495 soldados, lo que según el informe denota el carácter masivo y sistemático de la práctica, pero también deja ver la impunidad frente a los máximos responsables.