Los habitantes del Caribe colombiano, que se caracterizan por su alegría y espontaneidad, por estos días se desbordan en sentimientos de júbilo porque con la llegada de la Navidad llegan los familiares y amigos que estaban por fuera, tornándose una época propicia para encuentros donde se fortalecen lazos fraternales.
Para esta Nochebuena en todos los rincones de la Costa se vive un ambiente de celebración permanente, que inició la pasada noche de velitas y que se ha incrementado con el pasar de los días.
Durante la celebración navideña no pararán de sonar las canciones típicas de la época. En la mayoría de los hogares están animados con éxitos de géneros musicales que varían de acuerdo a la zona: En Cesar y La Guajira, el vallenato; en las sabanas, los porros; en Bolívar y Magdalena, la cumbia; y en Barranquilla, salsa, merengue, reggaetón y música carnavalera.
La Noche de Navidad en las ciudades costeñas se convierte en el mejor motivo para compartir, no solo en familia, sino entre vecinos. En la cena de esta noche no faltarán el pavo, el pernil de cerdo, el arroz con coco, los tamales, y para más entrada la noche los populares sancochos de gallina, compartido entre los vecinos que se reúnen en casas escogidas previamente, donde se comparte hasta bien entrada la madrugada, cuando los más pequeños ya han recibido los regales que les trae el Niño Dios.
Las playas se convierten en el destino final de esta celebración, cuando los diferentes balnearios del Caribe colombiano estarán a reventar. Allí se podrá disfrutar además del sol, la brisa y la playa, así como de los exquisitos platos del mar.
Algunas ciudades de los diferentes departamentos de la Costa acostumbran a celebrar el día 25 en las cuadras de sus barrios, muchas de las cuales se convierten en recreo-vías donde los juegos, la música y la diversión mandan la parada.
