La vereda Canadá, municipio de Manaure, Cesar, presenta una falla geológica que conlleva a que en cualquier momento en época de lluvias todo pueda derrumbarse, arrastrando a su paso a casas de fincas y a las comunidades que ahí habitan.
Por estos meses cuando las lluvias se registran a diario y con mayor intensidad en dicha jurisdicción, que es de reserva forestal, las alarmas se encienden con la preocupación que la tierra no se deslice.
De acuerdo con el alcalde municipal, Juan Carlos Araujo, desde hace 14 años se evidenció esta problemática de deslizamiento que ha llegado hasta la ribera del río Manaure.
“Nos llamaran exagerado, pero aquí pudiera estar pasando una tragedia como la de Armero, hemos manifestado y alertado a las unidades de riesgo tanto del departamento como a nivel nacional, debemos evitar una catástrofe”, señaló el mandatario.
Además explicó que los trabajos a realizarse no son de maquinaria amarilla o de muros de contención porque son desprendimientos de alud de tierra en toneladas.
“Es preocupante porque si eso se llega a taponar ya que está entre montañas tañas puede pasar un desastre natural que afectaría a la comunidad y no quisiéramos lamentar. Con los campesinos de la zona estamos en constante comunicación porque es una máxima alerta permanente porque no sabemos cuándo la naturaleza va a actuar”, indicó Araujo.
Cada vez que hay deslizamientos de tierras los campesinos pierden sus cosechas, las que aún están en tierra y las que quedan represadas por no poderlas comercializar.
El alcalde también indicó que según expertos en topografía y otras especialidades competentes, la solución es hacer una reforestación masiva no con árboles comunes sino con productos y vegetación traídos desde el exterior.
“Es necesario que el suelo tenga mucho más soporte y agarre a través de raíces profundas, hay plántulas con raíces de hasta casi 10 metros de profundidad, porque el tema es cómo amarrar esa tierra para que no se desprenda cuando hay mucha lluvia. Manaure es netamente de reserva forestal y llueve bastante con torrenciales de agua que corren a través de unos arroyos y que toman un cauce importante en épocas de invierno, abren grieta y hacen que el terreno se desprenda por la falla geológica”, puntualizó el alcalde Juan Carlos Araujo.