Continúa la oleada de violencia en el país en contra de los líderes sociales y defensores de derechos humanos. En esta ocasión, en menos de 24 horas, dos de ellos fueron asesinados en los departamentos de Putumayo y Cauca los días jueves y viernes.
Se trata del putumayense Alejandro Jacanamejoy y el caucano Emiliano Trochez, quienes se suman a la lista de más de 330 líderes ultimados en los últimos 2 años.
Trochez era reconocido por haber fungido como gobernador del Resguardo Indígena de Guadualito, Santander de Quilichao. Fue asesinado mientras se dirigía a dictar clases de educación física al colegio municipal de Guadualito, al parecer interceptado y atacado con arma de fuego, causándole la muerte inmediata.
La Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (Acin) tan pronto se enteraron del suceso, enviaron hombres en una investigación rápida para hallar los culpables pero no tuvieron éxito.
El crimen fue ejecutado el pasado viernes en horas de la mañana, dejando gran incertidumbre e indignación en la población. Emiliano tenía 70 años y actualmente se desempeñaba como consejero de la Acin, además de sus labores como profesor y guía juvenil. Este homicidio coincide un día después con la conmemoración del día internacional de los pueblos indígenas.
Condolidos por el crimen, líderes sociales y políticos junto a los grupos indígenas de todo el país y los integrantes de la comunidad Cxhab Wala Kiwe, repudiaron el hecho.
Jacanamejoy tenía renombre por su labor como presidente de la Junta de Acción comunal del municipio de Puerto Leguízamo, Putumayo, además de formar parte del Programa Nacional de Sustitución de Cultivos organizado por el gobierno de Juan Manuel Santos. Siempre se destacó por ser un defensor de la implementación de los acuerdos de paz firmados entre la antigua guerrilla de las Farc y el gobierno nacional.
Con esto, en lo corrido del 2018, van aproximadamente 120 líderes sociales asesinados, según la estadística del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), generados por las dificultades en la implementación de los acuerdos de paz en ciertas zonas del país, donde ya no hay influencia de las Farc. Esto se convierte en una de las principales dificultades que tendrá que asumir el gobierno de Iván Duque. Fuente consultada: revista Semana.
