A menos de dos meses para que termine este año las expectativas sobre cuánto será el aumento del salario mínimo crece entre los colombianos, sobre todo para aquellos que devengan este sueldo como también para los empresarios.
La principal preocupación principalmente entre los ‘ciudadanos de a pie’, es si el aumento podrá ayudarles a suplir de una mejor manera sus necesidades.
Sin embargo, el Índice de Precios al Consumidor en el país en lo corrido del año podría provocar que las proyecciones sean mayores de las esperadas, de acuerdo con algunos análisis expertos.
Desde hace varios meses comenzaron a destaparse las pujas entre sectores sindicales, empresarios y el Gobierno nacional por determinar la cifra correcta a la que debería llegar el salario mínimo en 2022 para los colombianos, en una lucha que se presenta cada año por esta época.
La proyección hecha hace semanas no era muy optimista, ya que se tenía en mente el ajuste salarial hecho para este año, el cual fue de 3,5 %, con lo que aumentó 30.723 pesos. Así pasó de 877.803 pesos en 2020 a la cifra del salario mínimo de 2021 en Colombia, de 908.526 pesos, aumento que para muchos fue insuficiente y que no obedece a las necesidades de los trabajadores.
Durante las últimas semanas fueron varias las propuestas que se presentaron para ajustar el aumento del salario mínimo, contando con una variación promedio del 4,5 % para el próximo año, con lo que el ajuste sería de un aumento de 40.884 pesos y con ello llegaría a 949.410 pesos.
Expertos en el tema han señalado que el aumento estará a partir del 6%, tal es el caso de Juan Camilo Pardo, analista económico de Corficolombiana quien, en entrevista con el diario La República, afirmó que desde su punto de vista la concertación “se ubicará en niveles superiores a 6 %, seguramente”, mientras que Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria, cree que estará “entre 6 % y 6,5 % para 2022”.
Al respecto el decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad El Bosque, Antonio Alonso González, señaló que:
“Normalmente dicho aumento en el salario mínimo debería ser al menos igual a la inflación, y en ocasiones incluso superior, pues de no ser así, las personas que tienen esta remuneración estarían perdiendo poder adquisitivo, al encarecerse los productos de la canasta básica de consumo a un ritmo mayor de lo que se incrementarían los ingresos obtenidos por dicho salario”, afirmó González.