El juez Tercero de Familia del Circuito de Barranquilla tiene problemas. El abogado de los hermanos Char Yidi, Alex León Arcos, pudo manipular el sistema de reparto judicial. Presentó la demanda de sucesión de los bienes del fallecido Farid Char Abdala, hermano y socio de Fuad Char, dueños del emporio Olímpica, no una sino 16 veces hasta que ¡por fin! cayó en el juez de su preferencia: Gustavo Antonio Saade Márcos.
El hecho ocurrió el 11 de enero de 2018 y había pasado desapercibido hasta ahora, un año después. Pero debido a que los hermanos Char Yidi (Alfredo, Mauricio, Farid y Maricel Char Yidi) pretenden desconocer los derechos herenciales de los otros descendientes de Farid Char, han buscado por todos los medios burlar la justicia. Y guiado por este propósito, intentaron arreglar extraproceso a Evelin Patricia García Ariza, madre de las dos hijas de Farid Char Ahumada, hijo extramatrimonial de Farid Char Abdala (los dos fallecidos).
Los hermanos Char Abdala (Fuad, Farid, Simón y Habib) amasaron una gran fortuna en los tiempos de apogeo económico de Barranquilla. Luego usaron la política para afianzarse en lo económico. El sueño de Farid era ser cantante y músico. Hoy, la fortuna que quieren repartirse los Char Yidi, sin darle su parte a los Char Rozo (hijos, Danielita y Christian) y Char García, nietas, proviene de la participación de Farid Char Abdala en el emporio de Olímpica, Serfinanzas, Acondesa, etc.
Las dos nietas y herederas de Farid Char Abdala, por la línea de Farid Char Ahumada, han pasado desnudez, hambre y enfermedades. Si bien es cierto que Char Ahumada murió bajo las garras de la drogadicción y que su deber debió ser atender a sus hijas, no es menos cierto que siendo su padre rico, él y sus hijas padecieran el rigor de la pobreza.
La primera identidad de Char Ahumada fue Farid Ahumada González, los apellidos de su madre, Gloria. Esta mujer, en sus tiempos mozos, sostuvo una relación furtiva con el viejo Farid Char Abdala, hombre mujeriego y dado a la bohemia. Después de un proceso judicial de paternidad responsable, la justicia falló a favor del hijo que resultó de esas relaciones. Se hizo justicia con Gloria, porque se demostró lo que ella había dicho siempre, que el padre de su primer hijo era Farid Char Abdala. Es decir, que el nuevo nombre surgido fue Farid Char Ahumada.
Pero la falta de identidad y otros factores externos e internos, hicieron de Char Ahumada un chico díscolo en el vecino municipio de Puerto Colombia. Esta situación lo hizo vulnerable y fue atraído por el consumo de drogas alucinógenas, y murió como NN el 7 de noviembre de 2016. Fue una sobredosis de estupefacientes. Su cadáver duró 20 días en las cubetas congeladas de Medicina Legal de Barranquilla a espera de que lo identificaran. Probablemente su madre creía que estaba en una de las ollas que solía visitar cuando recibía parte de la pensión mensual que su padre acordó entregarle. La mujer visitó todas las ollas de Puerto Colombia y no encontró a Farid. Como “último recurso” se fue a medicina legal el 27 de noviembre de ese año. Y allí encontró el cadáver frío y mustio de su hijo.
Posible chantaje
Primero le ofrecieron el oro y el moro a Evelin García para que desistiera de demandar en el proceso de sucesión. Después le pidieron que le cancelara el contrato suscrito con sus dos abogados: Víctor Hugo Cepeda Castro y César Enrique Altamar Fontalvo. Ella los despidió sin ninguna explicación.
También pudieron amenazar a Evelin García de que sus hijas no iban a recibir más la pensión dejada por su padre y abuelo. Y esto sería grave para ellas. Por esta razón, la madre de las dos nietas de Char Abdala había desistido de demandar y le revocó el poder a los dos abogados que había contratado.
Pero Evelin García, al sospechar de la posible patraña que los hermanos Char Yidi estuvieren tejiendo, y en vista de que no les habían cumplido, se arrepintió. Dio la reculada del ovejo, y volvió a contratar a sus abogados.
Al parecer los Char Yidi querían arreglar inequitativamente a las dos hijas de Farid Char Ahumada. De la misma manera como pretenden desconocer los derechos de los otros dos hijos de Farid con Liliana Rozo, Danielita y Christian Char Rozo. Recordemos que la familia Char Rozo tiene como abogado al prestante y exitoso jurisconsulto, Jhonny Mercado, un hueso duro de sobornar o de vencer en las lides judiciales y académicas.
Una suerte de perro en misa
Como el tiro le salió culatero, los Char Yidi decidieron recurrir a otra maroma judicial: presentar fraudulentamente la demanda para que cayera en el juez que tenían preconcebido y presuntamente le sirviera de cómplice para que prevaricara a favor de ellos, es decir, de los Char Yidi.
No obstante, esa maroma fue tan descarada que una fuente allegada al poder judicial se dio cuenta. Tú puedes retirar una demanda dos y hasta tres veces, pero ¡16 veces! Es un Récord Guinness. Veamos cómo lo hicieron.
Su abogado, Alex León Arcos, tuvo una suerte de perro en misa con el reparto de la demanda de sucesión. La presentó a las 2:26:30 de la tarde. Cayó en el juzgado Primero de Familia del Circuito de Barranquilla. La retiró y la volvió a presentar con una diferencia de un poco más de tres minutos, a las 2:29:33, y cayó en el mismo juzgado. La volvió a presentar a las 2.31:46, pero con tan mala suerte que le cayó por tercera vez en el mismo despacho del circuito. Fueron 16 intentos, hasta que cayó en el juez Tercero de Familia del Circuito de Barranquilla, Gustavo Antonio Saade Marcos,quien en sus fallos ha sido muy condescendiente con el alcalde Alex Char, primos hermanos y del mismo círculo familiar.
Así manipularon el sistema informático para que el caso le cayera al juez Saade Marcos.
Saade Marcos fue el juez de familia que ordenó la exhumación de los restos mortales del empresario de medios de comunicación y fundador de los conocidos supermercados “Robertico”, Roberto Esper Rebaje, en un proceso de herencial y de reconocimiento de la paternidad post morten.
Denuncia penal
Al presentarse ese sospechoso hecho, la madre de las hijas del fallecido Farid Char Ahumada, le solicitó a sus abogados Cepeda Castro y Altamar Fontalvo, que denunciaran penalmente al juez, a los funcionarios de reparto judicial de Barranquilla y a los hermanos Char Yidi, estos últimos como determinadores de los presuntos delitos de manipulación informática, prevaricato, concierto para delinquir, entre otros.
De igual manera, se debe investigar a Carlos Guzmán Herrera, director del Centro de Servicios Judiciales de Barranquilla, porque a pesar de las advertencias no hizo nada para corregir la situación que va en contravía del principio de transparencia en el reparto de los procesos judiciales para que sean avocados debidamente por los jueces correspondientes.
Por su parte, la Fiscalía avocó la investigación, y se espera que en las próximas semanas haya pronunciamiento del ente investigador, y se ordene una inspección judicial en la oficina de reparto de Barranquilla para constatar lo denunciado.
Mientras tanto, se pone en evidencia de cómo el afán de quedarse con la fortuna del desaparecido empresario Farid Char Abdala, está llevando a los Char Yidi a tejer su propia desgracia, tal como le sucedió al empresario Carlos Mattos. Este empresario fue acusado de haber sido el determinador del delito de manipulación informática para que el proceso judicial que había impetrado cayera en el juzgado de su interés.
La suerte de Mattos sería la misma que podrían correr los hermanos Char Yidi: Alfredo, Mauricio, Farid y Maricel.