En Ocaña, Norte de Santander, se llevó a cabo una mesa de diálogo entre el Gobierno nacional y el Estado Mayor Central de las disidencias de las Farc. En el evento participaron más de 1.100 personas, incluyendo voceros de las Juntas de Acción Comunal, organizaciones sociales, comunidades indígenas, campesinos, líderes ambientales y diversas instituciones a nivel local, departamental y nacional.
Durante el evento, se discutió la problemática ambiental en la región del Catatumbo, destacando los daños causados por actividades como el extractivismo, monocultivos, deforestación y la contaminación de los ríos por la falta de tratamiento de aguas residuales.
Según explicaron una de las recomendaciones sobresalientes fue la creación de una región de paz en el marco de los acuerdos firmados. La medida tiene como objetivo profundizar en la transformación territorial y ayudar a revertir las causas del conflicto y la injusticia social y ambiental. Así mismo, se enfatizó en la importancia de mantener el cese al fuego, un pedido respaldado por los alcaldes presentes.
Durante el diálogo, los movimientos ambientales y las organizaciones campesinas e indígenas recalcaron en la necesidad de construir plantas de tratamiento de aguas residuales y de llevar a cabo un ordenamiento territorial. Este ordenamiento territorial busca proteger el medio ambiente y la biodiversidad, en armonía con el desarrollo sostenible de la región.
El diálogo sugirió la creación de programas integrales que garanticen el derecho a la salud, la educación, el acceso a tierras, infraestructura vial, reforma agraria y desarrollo productivo. Estos puntos se consideraron esenciales para mejorar la calidad de vida y resolver problemas históricos en la región.
