Más allá de los insultos y expresiones xenofóbicas contra los sincelejanos registrados en el auto-video que puso recientemente en redes sociales el ex alcalde Pedro Alí, lo que llama la atención son las órdenes que imparte al alcalde actual, Carlos Cabrales, sobre la manera como debía responder la propuesta de la Sociedad Portuaria de ofrecer gratuitamente las instalaciones de la terminal multimodal de CORMAGDALENA como central de despacho del transporte terrestre en Magangué.
Quedó clarísimo en esas órdenes impartidas por el emperadorcito como lo bautice en un anterior artículo, aunque ahora comenzaron a llamarle en Magangué el ´loco´ Ali, que el alcalde Cabrales debía negar tal petición, tal como lo acaba de anunciar en la edición digital del periodo El Universal.
No es la primera vez que el loco Alí sale con esos arranques de prepotencia y soberbia, caramba creo que la balsamina no da para tanto. En otras ocasiones lo ha hecho, como en la campaña a la alcaldía de su pupilo, cuando hijueputió a un ciudadano de una calle que la alcaldía estaba pavimentando porque se atrevió a criticar su administración.
Lo que queda bien claro en Magangué, es que el nuevo loco del pueblo es el precisamente Pedro Alí, quien domina todos los resortes no solo del poder político local sino también del departamental y nacional, pues controla también a los órganos judiciales y de vigilancia disciplinaria y control fiscal, neutralizando cualquier denuncia que se presente en contra suya, su clan familiar y sus lacayos servidores.
La estrategia del loco Alí para conquistar el poder se basa en el slogan “comer y dejar comer”, famosa expresión que viene de la corruptela colonial española que permitió la introducción de miles de toneladas de mercancías de contrabando a sus territorios de ultramar donde todos comían: contrabandistas y funcionarios coloniales. Esto se refleja en el hecho de que en Magangué no exista oposición política, porque quienes debieran estarla haciendo, comen en el mismo plato de la corruptela gubernamental.
Coletilla: me dicen que Mauricio Gómez, el dueño del Palacio de la Pantaleta, alista maleta para “largarse” de Magangué, porque el Patrón Alí, alias el loco, echó a todos los sincelejanos que tienen negocios en la ciudad. Asimismo, andan asustados los comerciales antioqueños y santandereanos porque, por lo visto, los únicos que tienen derecho a vivir en Magangué es la turquera sirio-libanesa de la que descendió este cuerdo y avispado loco.
Pero muestras el loco Ali, es proclive al delito de la corrupción producto de su pensamiento felino, muchos foráneos y nativos decente, trabajadores y honestos tratan de buscar nuevos horizontes fuera de la tierra del cacique Maguey, con la esperanza de encontrar un nuevo amanecer prospero para el futuro de sus familias.