En un informe revelado por la revista Noche y Niebla del Centro de Investigación y Educación Popular/ Programa por la Paz, los indígenas Wayúu del departamento de La Guajira, aseguran que la minería los está acabando.
Esto según dicen porque el polvillo de la extracción minera afecta sus cuerpos, toda vez que están respirando el carbón que queda en el aire, el cual se deposita en los pulmones, además de ingerir aguas contaminadas por este.
Según los indígenas su situación es de exterminio es silencioso y lo que la empresa llama desarrollo, para ellos ha sido la destrucción, por la profanación de los lugares sagrados, tales como cementerios, lagunas, arroyos y hasta el cerro Cerrejón, del cual dicen se robaron el nombre.
Para ellos, Cerrejón es un nombre sagrado, que tiene un valor espiritual, cultural, social y ambiental, el cual se los ha ido robando la minería.
En el informe de la revista en mención, los nativos hablan de como esta explotación contamina el agua y cómo les han impedido el acceso en los territorios, causando con ello, una ruptura de la conexión espiritual con los cuerpos de agua.,
Para los indígenas citados por la revista, el agua no solo les calma la sed, sino que además simboliza la vida y la sanación espiritual.
Denuncian cómo en las poblaciones de Palmarito, Caracolí, Espinal, Tabaco, entre otras, los ancestros y cementerios fueron removidos y arrasados con maquinaría, mientras que en Roche y Tamaquito II, los habitantes debieron abandonar el territorio y dejar sus ancestros en medio de la explotación minera.
También denuncian que después de 44 años de explotación, La Guajira vive una crisis humanitaria por la escasez de agua, la falta de árboles tradicionales y la desaparición de 170 plantas de uso medicinal.